miércoles, 9 de febrero de 2011

LA PROMOCIÓN DEL ARTE

La promoción del arte
Quienes se dedican a crear o practicar alguna de las manifestaciones artísticas o culturales, generalmente se encuentra con un inconveniente, el no saber cómo promocionar o vender su trabajo, su obra, y es que un artista en cada creación pone su aspiración, su talento, sus sensibilidad, parte de sí mismo y cuando la obra a terminado es como que tuviera un hijo. ¿Y quién puede vender a un hijo? 



Por eso se dice que un artista no es un negociante, porque el aprende a crear, no a vender. Al menos los verdaderos artistas, aquellos que en su vida el arte es parte de su vida, fluye por sus venas; mas no aquellos que aprenden una técnica o un método por allí y los ponen en práctica, aquellos que solo piensan que producir música, baile, cine, teatro o cualquier otro arte, es una manera lucrativa de vivir, aquellos que no piensan en difundir la cultura, sino llenar sus bolsillos.


A lo largo de la historia encontramos, muchos ejemplos de aquellos, se me viene a la mente los grandes maestros de la pintura quienes en vida no valoraron y no daban un centavo por sus pinturas, y murieron pobres y olvidados, más al morir sus obras son descubiertas como verdaderas joyas, y sus precios son indescriptibles e inalcanzables.
En la actualidad es necesario que el artista aprenda a exhibir  y mostrar su obra, porque guardársela para sí mismo no tendría sentido. Stalin Alvear me decía una gran verdad respecto a la difusión del arte y la cultura, él me hablaba de tener dos presupuesto uno para producir la obra y otro para difundirla.
Una gran verdad que muchas veces los creadores no consideramos, o descuidamos, por ejemplo  la semana pasada al pasar por el teatro de la casa de la Cultura observe que se iban a proyectar dos trabajos cinematográficos realizados en nuestra ciudad, el miércoles un documental sobre los afrodescendientes en los pueblos de Paltas, Catamayo y
Saraguro, y el viernes se presentaba otro documental sobre el lenguaje ancestral, dos trabajos, muy buenos y con excelente calidad. Y a pesar que tuvo la acogida del público, siento que falto mayor difusión de los mismos. No podemos desperdiciar el trabajo muchas veces de meses o años que se emplea en este tipo de trabajos.

Es cuando me pongo a pesar en mis propios trabajos, en mis obras tanto de teatro como de cine, y con impotencia reconozco, que me ha faltado una correcta difusión de ellas, no he considerado este presupuesto para ello, y no lo he considerado en la planificación general de la obra, ahora  veo que si a una puesta en escena de teatro por ejemplo le dedico tres meses, no debo dedicarle solo una semana de difusión a la misma, porque todo el esfuerzo al final seria en vano, ya que a la presentación no iría todo el público que se espera.

Desde esta tribuna, hago mi llamado a las instituciones públicas y privadas, a que colaboren con la producción y más aun con la difusión del arte y la cultura en sus distintas manifestaciones. Que apuesten por lo nuestro, que consideren que el fomento de la cultura es algo que nos involucra y beneficia a todos.

Por una cultura de vida.

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