Vivimos un mundo extraño, en una
sociedad llena de contradicciones, donde se nos enseña e inculca a vivir de una
manera, pero se vive de otra, y en medio de ese ambiente naufragamos sin rumbo, algunos tratando de seguir las
enseñanzas, otros simplemente dejándose llevar por la corriente.
Por ejemplo se nos enseña que lo más
importante de una persona es su interior sus sentimientos, su manera de ser,
sin embargo al momento de elegir una pareja, una amistad, un socio o un
empleado eso es lo último que vemos, mas importante será la apariencia física,
que el individuo este vestido a la moda, que este “presentable”, no importa que
sea un sinvergüenza, un deshonesto, un mal tipo, lo importante es que se vea
bien, alguien con quien pueda caminar por la calle sintiéndome orgulloso de
tener a lado a tan distinguido individuo.
Se nos enseña con frases, con
adagios, refranes lo importante del silencio, ahora mismo me acuerda de una
frase, “el hombre es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla”, y sin
embargo que alguien sea callado es mal visto, se lo considera antisocial,
antipático.
Lo más importante son las cosas
del espíritu, las trascendentes, y sin embargo al final nos matamos por conseguir
cosas materiales, al momento de estar con alguien no importaran sus sueños, ni
sus ideales, ni su vida espiritual, lo que importara será su billetera, y entre
más dinero tenga más oportunidades tendrá, cuanto tienes cuanto vales.
Un mundo contradictorio-Diego Robles |
Un mundo llenos de
contradicciones, que te pide y te enseña a ser honesto, pero cuando lo eres te
tildan de tonto, de quedado, un mundo que impulsa la humildad, pero que te
exige triunfar a toda costa y pobre de ti si fracasas.
Este mundo es un gran teatro donde
todos actuamos el contrario del libreto que nos dan para vivir, parece que nos
han diseñado para hacer todo lo contrario de lo que se nos enseña.
Quiero ser un rebelde, y salirme
del común de la gente, si es por orgullo no lo sé, pero me propongo ser yo
mismo, ser coherente entre lo que digo y lo que pienso, tratar de seguir y
cumplir el libreto que el mundo mismo me propone y casi nadie quiere cumplir, aceptar
los buenos consejos, poner en practica los valores, las buenas costumbres.
En fin sé que en el camino muchos nos verán
raro si hacemos esto, pero qué más da, es preferible ser autentico a ser un
hipócrita que vive de apariencias.
Por una cultura de vida.
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