En semanas
anteriores ya trate del primer grupo, en esta ocasión, me referiré en parte al
otro grupo, una agrupación lojana, cuyo principal objetivo es la comedia. Y que
recién presentaron una nueva obra. En realidad en esta ocasión sí me refiero a
ellos es porque algunos de sus integrantes me lo han pedido y lo haré con
relación a la obra que presentaron en julio.
Un error que se
repite es la falta de criterio al momento de hacer el montaje de la
escenografía, no siempre llenar el escenario de elementos ayuda a la
dramatización, al menos recordemos la máxima que todo lo que está en el
escenario debe tener una razón de ser un motivo, no se lo debe hacer solo por
adorno o porque queda bonito, porque puede complicar la escena, como sucedió en
este caso, que unas plantas puestas en cada lado del escenario, cubrió la
acción de los personajes.
Otro aspecto
parecido fue la falta de criterio al manejar los movimientos y ubicación de actores, al inicio de la obra
se puse una pareja a cada lado del
escenario y otra en el centro, situación que confunde, porque no se sabe a quién
mirar si a la derecha a la izquierda o al centro.
Todo esto es
superable y quizás todos algún día nos equivocamos en ello, sin embargo en mi
modesto criterio lo que más falto fueron dos cosas puntuales: la actuación, y
la formación de cultura teatral; con respecto al primer aspecto, de todos los
actores en escena, solo se pudo ver a uno interpretando a un personaje, (Alberto
Padilla- Viejito) los demás eran simples recitadores de un texto moviéndose de
un lado a otro.
Con respecto al
otro aspecto, es necesario que cómo
público y como artistas nos vayamos formando en lo que se denomina
criterio teatral, una obra está bien hecha cuando a más de gustar al público,
está muy bien interpretada, con personajes verosímiles, con una adecuada puesta
en escena.
Existe un momento
en la vida de todo grupo en la que uno se pone a pensar no importa tanto,
porque al público le gusto, y me han dicho que está bien, pero eso nos lleva a
la reflexión que tipo de público es el que me lo dice, y no estos diciendo que
para ver teatro hay que ser experto en él, pero creo que conforme ese público
ve teatro va aprendiendo a gustar de él, y si nosotros como artistas, solo
damos un 10 % de lo que tenemos, nunca vamos a crecer ni nosotros, ni el
criterio de nuestro público, a veces es más fácil solo buscar la risa fácil de
público y tratar de agradar a toda costa incluso cayendo en la chabacanería o
en lo vulgar, pero allí precisamente es cuando surge o debe surgir la pregunta.
¿Soy artista? O ¿soy mercader del arte?, sin duda es un tema controvertido.
Volviendo al
análisis de esta obra y del grupo que lo interpreto también tuvo aspectos
positivos, y fue la presencia del público que aunque no lleno el teatro estuvo
en muy buena cantidad considerando incluso que se cobro una entrada, y existió
poca difusión del evento.
Quien soy yo para
decir todo esto, pues un soñador que
hace diecinueve años empezó y recorrió el camino que ahora muchos de
estos jóvenes empiezan, recuerdo que al principio no me gustaba que me dijeran
que estaba mal y que me bajaran de mi nube de sentirme el mejor actor, como
hubiese querido que existan personas, conocedoras del tema, que si hacen una crítica
es porque busca la superación del otro, no criticar por enemistad o porque
si, o simples aduladores que me digan
que estoy bien cuando ellos mismo no saben de lo que hablan.
Por una cultura de
vida...
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