miércoles, 29 de agosto de 2012

DOS GRUPOS, DOS OBRAS…. CONTINUACIÓN


En semanas anteriores ya trate del primer grupo, en esta ocasión, me referiré en parte al otro grupo, una agrupación lojana, cuyo principal objetivo es la comedia. Y que recién presentaron una nueva obra. En realidad en esta ocasión sí me refiero a ellos es porque algunos de sus integrantes me lo han pedido y lo haré con relación a la obra que presentaron en julio.
Compañía de teatro La comedia

Un error que se repite es la falta de criterio al momento de hacer el montaje de la escenografía, no siempre llenar el escenario de elementos ayuda a la dramatización, al menos recordemos la máxima que todo lo que está en el escenario debe tener una razón de ser un motivo, no se lo debe hacer solo por adorno o porque queda bonito, porque puede complicar la escena, como sucedió en este caso, que unas plantas puestas en cada lado del escenario, cubrió la acción de los personajes.


Otro aspecto parecido fue la falta de criterio al manejar los movimientos  y ubicación de actores, al inicio de la obra se puse una pareja a  cada lado del escenario y otra en el centro, situación que confunde, porque no se sabe a quién mirar si a la derecha a la izquierda o al centro.

Todo esto es superable y quizás todos algún día nos equivocamos en ello, sin embargo en mi modesto criterio lo que más falto fueron dos cosas puntuales: la actuación, y la formación de cultura teatral; con respecto al primer aspecto, de todos los actores en escena, solo se pudo ver a uno interpretando a un personaje, (Alberto Padilla- Viejito) los demás eran simples recitadores de un texto moviéndose de un lado a otro.

Con respecto al otro aspecto, es necesario que cómo  público y como artistas nos vayamos formando en lo que se denomina criterio teatral, una obra está bien hecha cuando a más de gustar al público, está muy bien interpretada, con personajes verosímiles, con una adecuada puesta en escena.

Existe un momento en la vida de todo grupo en la que uno se pone a pensar no importa tanto, porque al público le gusto, y me han dicho que está bien, pero eso nos lleva a la reflexión que tipo de público es el que me lo dice, y no estos diciendo que para ver teatro hay que ser experto en él, pero creo que conforme ese público ve teatro va aprendiendo a gustar de él, y si nosotros como artistas, solo damos un 10 % de lo que tenemos, nunca vamos a crecer ni nosotros, ni el criterio de nuestro público, a veces es más fácil solo buscar la risa fácil de público y tratar de agradar a toda costa incluso cayendo en la chabacanería o en lo vulgar, pero allí precisamente es cuando surge o debe surgir la pregunta. ¿Soy artista? O ¿soy mercader del arte?, sin duda es un tema controvertido.

Volviendo al análisis de esta obra y del grupo que lo interpreto también tuvo aspectos positivos, y fue la presencia del público que aunque no lleno el teatro estuvo en muy buena cantidad considerando incluso que se cobro una entrada, y existió poca difusión del evento.

Quien soy yo para decir todo esto, pues un soñador que  hace diecinueve años empezó y recorrió el camino que ahora muchos de estos jóvenes empiezan, recuerdo que al principio no me gustaba que me dijeran que estaba mal y que me bajaran de mi nube de sentirme el mejor actor, como hubiese querido que existan personas, conocedoras del tema, que si hacen una crítica es porque busca la superación del otro, no criticar por enemistad o porque si,  o simples aduladores que me digan que estoy bien cuando ellos mismo no saben de lo que hablan.


Por una cultura de vida...

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