Caminar por el mundo |
Nosotros somos los que nos han
hecho, somos el resultado de una serie de factores, como si trazáramos una
línea imaginaria que empieza en nuestro nacimiento y concluye con nuestra
muerte, pero que en algún punto medio se encuentra que es lo que deberíamos
haber sido, se podría decir que somos víctimas del ambiente y de las
circunstancias, de factores hereditarios, de la educación que recibimos, y nos
hemos dejado influir algunos más otros menos, por nuestros amigos y otras
personas que nos rodean.
Hemos adquirido hábitos, nos
hemos alimentado de creencias, mitos y tabús, que en algunos casos nos han
motivado y en otras nos han detenido en el caminar. Esto nos convierte en seres
únicos, y aunque nos parezcamos a otros, siempre existirá algo que nos
diferencie de los demás. Es en este punto donde los publicistas traten de entrar en nuestra mente, y nos han creado muchas necesidades, haciéndonos creer que si
adquirimos tal o cual producto no seremos felices, lo que ha llevado al mundo a
cierta homogenización al brindar un camino de lo que debe ser el hombre para
alcanzar la plena felicidad el éxito.
Y el mundo plantea que el éxito y la felicidad esta en las cosas materiales, en el obtener bajo cualquier costa el poder, y acumular dinero, y que la vida se la debe vivir a plenitud disfrutando los placeres que la sociedad ofrece, y cuando no se logra alcanzar el mundo también ha creado distractores para que quienes no consigue esa felicidad puedan refugiarse, tenemos las drogas el alcohol.
“siglo veinte cambalache problemático y servir, el que no llora no mama, y el que no roba es un gil, … todo es igual nada es mejor, es lo mismo un burro que un gran profesor” así dice la letra de un gran tango argentino, que resume la situación actual, la maldad y la bondad junta, vivimos una época de relativismo, nada es bueno, nada es malo, todo depende del cristal con que se mira, o de las circunstancias, lo que yo hago está bien, pero sí lo mismo hace otro allí si está mal, o bien lo hago porque lo hacen todos.
Es allí donde me rebelo, porque soy de los que me gusta ser autentico, ser yo mismo y hacer las cosas por mí mismo, y no porque todos lo hace.
Y prefiero las cosas simples a las complicadas, me gusta la lectura y no mortificarme por el futuro, vivir el día a día, ser sincero y ayudar cuando puedo, y hacerlo también aunque no quiera, prefiero el muchas gracias d un mendigo, al adulo de un burgués. Hago teatro para poder expresar mis sentimientos, por tener algo que decir, no para demostrar la gran estrella que me hacen creer los que me rodean, enseño actuar , solo por compartir y que no se quede en mi lo mucho o poco que he aprendido durante estos años, y no para que me digan maestro y sentirme suprior.
Prefiero ser feliz con lo que se, y tengo, a tener grandes títulos, que engalanen mi hoja de vida y me hagan un insoportable bueno para nada, un incompetente con título, que vende su conciencia al mejor postor, sus ideales y posiciones al político de turno.
Y por ser así, algunos me dicen que estoy loco, que e fracasado, que desperdicio mi talento en cosas simples, que no aspiro a cosas grandes, y pues ellos no saben que mi aspiración no está en este mundo del cual algún día me iré y no llevare nada de él. Y que es lo grande para el mundo, tener casa, dinero, auto , mujeres, yo prefiero tener amigos confidentes pobre como yo que sueñan con trascender y pasar y hacer algo con la vida y no solo buscar las riquezas, mi mayor riqueza esta en lo pequeño, porque los últimos serán los primeros.
Por una cultura de vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario