miércoles, 19 de noviembre de 2014

AÑORANZAS DE MI TIERRA

Añoranzas de mi tierra
Dicen que los lojanos tenemos un espíritu aventurero y por ello nos gusta viajar, emigrar por otras tierras, y por ello nativos de esta tierra se los puede encontrar en cualquier lugar del mundo, sin duda lo que más caracteriza a estos peregrinos es su amor y el recuerdo de su ciudad.

Algunas veces también me aleje de mi campiña lojana y sin presumir de poeta ni da por el estilo, empecé añorar con unos versos a mi Loja, y hoy me atrevo a compartir aquellos delirios.

He sido hasta hoy un ingrato tenía que alejarme de ti y en mis desvelos traer a mí la añoranza de tu variado clima.



En palpito desfilan tus calles con sus inquietos colores de amalgama, sus rectas avenidas llenas de pureza, en las que muchas veces deje mis huellas, mis sueños.

Mi vida como tus juguetones riachuelos surcando de sur a norte mí destino, con los sauces de sus orillas, mis lágrimas se adueñan.

Es en esta distancia en que me acuerdo de ti mi Loja añorada, me siento huérfano de tu seno, queriendo escribirte y elogiando cada pequeño rincón de mi terruño esos lugares que en la distancia me roban nostalgias.

Quisiera hablar de tus ríos de cristalina calma, de volver a caminar en tus plazas; empezar en San Sebastián a sentir tu anhelo de libertad, continuar en el parque de Santo Domingo aprendiendo a luchar por la unidad de la patria, hasta llegar al parque central, corazón de tu vida, sin olvidarme de tus orígenes en la plaza de San Francisco.

Así también mis oídos están muertos de no escuchar tus canciones, “pequeña ciudadana,”, “a orillas del Zamora”, “Alma lojana” de no oir de los viejos tus leyendas: los paredones, el cura sin cabeza…

Extraño caminar de la mano con una chiquilla lojana por la orilla del río, hasta llegar al mosaico de culturas que encuentro en Jipiro… dejar mi corazón frente a la venus de Jipiro, testiga muda e inerte  de mis soledades.

Como me hace falta probar, degustar de tus comidas, un repecito de guineo, las quesadillas y tus tamales…

Y ahora que estoy de vuelta en ti, con nuevos sueños y proyectos, me pregunto cómo honrar a los próceres de la independencia, me preocupa saber que aún hay cadenas, nuevas y poderosas, que no nos dejan ser libres, que no nos permiten respirar tranquilidad, modernas esclavitudes atan nuestros cuerpos, nuestras almas.

Ya no son los ibéricos los verdugos de tu destino ciudad chiquita, ahora quizá somos nosotros mismos quienes te atamos y no te dejamos crecer, con nuestras envidias, con nuestros delirios locos de poder, de ansias de dinero, pero a que seguir, si puedo llegar a ser un irreverente contigo mi Loja o con sus habitantes y en lugar de honrarte más bien puedo resultar un loco soñador que espera algún día todo sea mejor.


Por una cultura de vida


diferosil@yahoo.es

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