jueves, 23 de abril de 2015

CALIBRAR LA REALIDAD

Calibrar la realidad, la vivencia, la intensidad de las emociones del personaje; son algunas de las directrices del trabajo teatral, pero perfectamente se pueden aplicar a la vida diaria, como se entiende esto.
Calibrar la realidad

Un personaje es un ser ficticio pero que se vuelve real en el escenario, allí se muestra como un ser total, que piensa, siente y reacciona, para que esta representación sea creíble el actor debe aprender a calibrar, a regular su comportamiento  su actuación de lo contrario se puede llegar a la sobreactuación, a que esta sea mecánica, hay actores inexpertos que les gusta exagerar, buscar la risa fácil, agradar al público, en se momento el personaje muere, y solo se ve al actor fingiendo a que actúa.


Regular o calibrar es saber cuándo y en qué momento un sentimiento, una emoción debe aumentar o disminuir,  esto se lo debe hacer de acuerdo a las circunstancias, de la obra al contexto en el cual se desarrolla la escena.

Entendamos que aunque el teatro topa muchos ámbitos la mayoría d obras aunque ficticias están basadas en la realidad, en la cotidianidad y entre más se parezca la representación a la realidad más gustara al espectador, porque se sentirá identificado, si consideramos esto, el actor debe saber e investigar a su personaje para hacerlo reaccionar de acuerdo a esta, pues si el personaje es una mujer por ejemplo su realidad femenina, su modo de ver el mundo será diferente a la de un hombre y así, podemos comparar ricos de pobres, capitalistas o socialistas, creyentes o incrédulos, cada quien se mueve y reacciona de acuerdo a su mundo a su realidad, y el actor a no ser que quiera ridiculizar a su personaje debe copiar esa realidad, o crear una realidad fantástica en donde se explique su comportamiento

La vivencia en cambio es lo que denominamos la construcción del personaje, quien en la obra tiene su propia vida, sus propias vivencias que muchas veces son distintas del actor que lo representa. La intensidad es igual a la fuerza, la intensión de las emociones, esto es en teatro en nuestra vida, a veces nos engañamos d nuestra realidad, fingiendo vivir un mundo d fantasía, que no existe, o bien hacer creer a otros lo que no somos, cosa muy común en las redes sociales, no sabemos quiénes están detrás del computador, fingiendo o creando una realidad que no existe, creo yo debemos ser auténticos en todo momento, ser conscientes del mundo en que vivimos, con las cosas buenas y malas que esta tiene.

En la vida muchas veces perdemos el control de nuestras emociones o reacciones, y sin querer podemos herir o lastimar a los demás, podemos decir cosas que después nos arrepentimos, al igual, no hemos aprendido a calibrar nuestra realidad, nuestras emociones, quizá porque a diferencia de los actores no tenemos un guion un libreto que seguir.

Las circunstancias el miedo no encajar en un mundo muy competitivo, que nos dice que hacer, que pensar, como vestirnos, en que creer, puede que nos desanime a que intentemos cambiar y ser dueños de nuestra vida, ser los actores y personajes de nuestro paso por la vida, donde somos directores, autores y actores de la misma.

Por una cultura de vida.

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