Calibrar la realidad, la
vivencia, la intensidad de las emociones del personaje; son algunas de las
directrices del trabajo teatral, pero perfectamente se pueden aplicar a la vida
diaria, como se entiende esto.
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Calibrar la realidad |
Un personaje es un ser ficticio
pero que se vuelve real en el escenario, allí se muestra como un ser total, que
piensa, siente y reacciona, para que esta representación sea creíble el actor
debe aprender a calibrar, a regular su comportamiento su actuación de lo contrario se puede llegar a
la sobreactuación, a que esta sea mecánica, hay actores inexpertos que les
gusta exagerar, buscar la risa fácil, agradar al público, en se momento el
personaje muere, y solo se ve al actor fingiendo a que actúa.
Regular o calibrar es saber
cuándo y en qué momento un sentimiento, una emoción debe aumentar o
disminuir, esto se lo debe hacer de acuerdo
a las circunstancias, de la obra al contexto en el cual se desarrolla la escena.
Entendamos que aunque el teatro
topa muchos ámbitos la mayoría d obras aunque ficticias están basadas en la
realidad, en la cotidianidad y entre más se parezca la representación a la realidad
más gustara al espectador, porque se sentirá identificado, si consideramos
esto, el actor debe saber e investigar a su personaje para hacerlo reaccionar de
acuerdo a esta, pues si el personaje es una mujer por ejemplo su realidad
femenina, su modo de ver el mundo será diferente a la de un hombre y así,
podemos comparar ricos de pobres, capitalistas o socialistas, creyentes o
incrédulos, cada quien se mueve y reacciona de acuerdo a su mundo a su realidad,
y el actor a no ser que quiera ridiculizar a su personaje debe copiar esa
realidad, o crear una realidad fantástica en donde se explique su comportamiento
La vivencia en cambio es lo que denominamos
la construcción del personaje, quien en la obra tiene su propia vida, sus propias
vivencias que muchas veces son distintas del actor que lo representa. La intensidad es igual a la
fuerza, la intensión de las emociones, esto es en teatro en nuestra vida, a
veces nos engañamos d nuestra realidad, fingiendo vivir un mundo d fantasía,
que no existe, o bien hacer creer a otros lo que no somos, cosa muy común en
las redes sociales, no sabemos quiénes están detrás del computador, fingiendo o
creando una realidad que no existe, creo yo debemos ser auténticos en todo
momento, ser conscientes del mundo en que vivimos, con las cosas buenas y malas
que esta tiene.
En la vida muchas veces perdemos
el control de nuestras emociones o reacciones, y sin querer podemos herir o
lastimar a los demás, podemos decir cosas que después nos arrepentimos, al
igual, no hemos aprendido a calibrar nuestra realidad, nuestras emociones, quizá
porque a diferencia de los actores no tenemos un guion un libreto que seguir.
Las circunstancias el miedo no
encajar en un mundo muy competitivo, que nos dice que hacer, que pensar, como
vestirnos, en que creer, puede que nos desanime a que intentemos cambiar y ser
dueños de nuestra vida, ser los actores y personajes de nuestro paso por la
vida, donde somos directores, autores y actores de la misma.
Por una cultura de vida.
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