miércoles, 17 de febrero de 2016

UN DEBER DE TODOS

Un deber de todos-Diego Robles
Estaba allí sentado esperando, sin tener ya en que pensar, la imaginación pues creo anda de vacaciones, de pronto, el se detuvo junto al grupo de personas que estaba también en la espera pero un poco mas allá, comenzó hablarles del arrepentimiento, de que deben confesar sus culpas, de que existe ese ser superior  que nos ama,; en fin era un discurso que yo ya lo había escuchado montón de veces y que incluso yo algunas veces lo dije, mas bien me llamo la atención fue la respuesta q le dieron sus oyentes, que bueno que alegría, primera vez que veo que ustedes hablan de esto, siempre se los ve a los otros hablar pero a ustedes nunca y mas aquí en un hospital que bueno.

Había pasado varios minutos de ello, y lo mas normal es que uno se mueva, camine, trate de matar de alguna forma el tiempo, y sin querer fui y termine sentado en el banco aquel.  Y no se  porque o como surgió una conversación entre los que estábamos allí.

El tema justo lo que aquel misionero había dejado sembrando, ¿como así un católico, predica?, pues yo sabia que era porque ese día se cumplía una visita del obispo con varios sacerdotes al hospital.  Lo que me llevo a compartir con mis interlocutoras una reflexión que ahora la hare con usted estimado lector.

Los cristianos católicos al momento del bautismo, adquieren por decirlo asì una triple dignidad: sacerdote, profeta y rey, es decir somos consagrados a Dios, estamos a su servicio, se nos da el poder de rey, sobre todo para gobernar nuestras propias vidas, nuestras pasiones, y se nos da el poder y valentía de los profetas de anunciar el evangelio, y denunciar las injusticias de nuestro alrededor.
Un deber de todos

Son los padres y padrinos del bautizado quienes deben primero guiarlo y ayudarlo a que el niño pueda cumplir y llevar a la practica estas funciones.  Lamentablemente no es así, creemos que con ir a misa el domingo ya se cumple, y creemos que en el catecismo ya de mas grandes se les enseñara todo, pues no la familia es la primera escuela, es la iglesia domestica que tenemos todos,  es por ello que los padres están en la obligación de enseñar con palabras pero sobre todo con ejemplo, todo lo necesario para que sus hijos sean buenos cristianos, buenas personas.

Pero claro no hay tiempo para ello, y seguro alguno dirá mira quien viene a aconsejar, quien no tiene hijos, como sabe como se cría a uno, pues simple así como el medico puede curar, porque se a preparado, no creo que haga falta que el medico se enferme para que sepa lo que es la enfermedad, o el bogado para defender a un acusado, no creo que primero haya tenido que ser el acusad para que sea  que hacer.

 O el arquitecto, no creo que sea necesario se convierta en casa, para saber como hacer una, en fin, solo trate de iluminar un poco la situación que todos los católicos estamos llamados a evangelizar, sin miedos, sin temores, y anunciar a un Dios de amor, y evitar lo malo, por ese amor que le tenemos a quien nos amo primero, y no por miedo a un castigo, hacer cada cosa, cada acto, con y por amor.

 Por una cultura de vida.

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