Es difícil dar un nombre a los
sentimientos y a las emociones, mil ideas cruzan por mi mente, pues me a
llegado el día, el momento en que debo decidir el resto de mi vida; es un
momento muy difícil pero dulce a la vez, me encuentro consiente y seguro a
pesar que los temores aun están allí, en el fondo de mi corazón, sin embargo
mas grande es la esperanza.
La experiencia de estos días es
algo que no esperaba, en la que tal vez por primera vez dude de mi mismo, en
donde aprendí a ver y reconocer mis alcances y limitaciones, los días vividos
no se olvidad, cada uno deja su mensaje, deja una experiencia que poco a poco,
progresiva y metodológicamente quizás cambio mi vida, mi forma de ver las
cosas.
días de plena seguridad, segundos
de terrible miedo, luego la indiferencia, nuevamente la paz, la tranquilidad y empezar
de nuevo; al final aquí escribiendo estas líneas ahora que se acaba esta
experiencia, satisfecho de haberla cumplido.
¿Qué me dice Dios en este momento?
- Observándome cariñosamente en
silencio, pasando en mi cabeza ideas y sentimientos, invitándome otra vez a
seguirlo- decido en mi interior buscarlo- “en los hermanos que tienes a tu
lado, no importa como sean, no importa no te comprendan, o tu no los
comprendas, ¡ámalos!,no importa cual sea tu decisión yo te seguiré amando, y
ayudando a ser feliz”-
Niégate a ti mismo, deja todo, no
te preocupes yo cuidare de ti, tu solo sígueme, sírveme en los demás.
Azogues, jueves 7 de septiembre de 2000
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