LA COMPETENCIA

La competencia- Diego Robles

El significado de la palabra competencia tiene dos grandes vertientes: por un lado hace referencia a la contienda entre dos o más personas sobre algo. En el mismo sentido se refiere a la oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa; a la situación de grupos o empresas que rivalizan en un mercado al ofrecer o realizar un producto, un servicio que otra persona o grupo rival.

Personalmente considero que la competencia a una persona o a un grupo le ayuda a crecer, ya que sirve de termómetro para saber si uno está creciendo, está estancado o está retrocediendo. En este sentido puedo mejorar cada día.

Sin embargo en la vida siempre se encuentran personas o grupos que pretenden hacer una competencia desleal, y pretenden ganar o ser mejor que otros hablando, hablando y hablando, elogiándose lo grandiosos que son, creyéndose los dueños y únicos en poder realizar alguna actividad y pobre del que quiera hacer lo mismo, le buscan y sacan a la luz las supuestas  debilidades o fracasos de sus contrincantes; se olvidan que uno es lo que es no por las palabras sino por los hechos, se olvidan que al árbol se lo conoce por sus frutos.

Es lamentable cuando se escucha, murmuraciones, o chismes de vecindario en las que a uno o a su trabajo lo involucran tratando de desprestigiarlo; como queriendo acabar con la competencia con palabras, con epítetos sin sustento, no se dan cuenta que si yo quiero competir con alguien, tengo que demostrar en la práctica que soy mejor y no solo con las palabras con la boca.

En el campo artístico por ejemplo las presentaciones, la calidad de las obras expuestas hablan por sí solas de la eficacia del artista que las ejecuta, lo demás solo son delirios de grandeza que a todos algunas nos ha llegado, lo importante es aterrizar y caer en cuenta que el arte es creación, es inventiva y tiene distintas maneras de expresarse; si a alguien no le gusta la forma en cómo lo hago está bien, quizás tenga otra visión artística del asunto; pero asegurar que  solo se debe hacer arte, teatro, cine, etc. como uno lo hace, es como decir, una herejía contra el propio arte.

En mi vida artística me encontrado con muchas de estas personas, y la experiencia  me ha enseñado a no prestarles atención, al menos cuando lo hacen sin fundamento, tampoco me he interesado en estar preocupado de ver, saber o criticar lo que hace  o no hace el otro, o si lo hace bien o mal; lo importante es lo que yo haga o pueda hacer, eso es lo  importante hacerlo y hacerlo bien.

Desde mi trinchera literaria, actoral y teatral, siempre he buscado compartir mi talento, mis habilidades, y si alguien me pide ayuda aunque sea de “la competencia” lo hago, con amor, cariño y entrega, porque al final quien gana esta lucha en que si tú, yo, o aquel es mejor; es la sociedad, es mi ciudad, a  la cual cada quien desde su lugar y espacio trata de aportar.

Por una cultura de vida