El tiempo pasa y con él los años se nos van sumando, y llega un día en que tu y yo, él y ella seremos ancianos, es una realidad innegable; otra realidad también es el abandono de muchos viejitos por parte de sus familiares, que ven en estas maravillosas personas un estorbo.
Cerca de 10 años trabaje en el hogar de mendigos, más que trabajo fue una convivencia una experiencia única que me permitió conocer de cerca a muchos abuelitos y abuelitas que pasaron por allí, como olvidar las tardes de amena platica con ellos, donde recuerdan con nostalgia su juventud, donde añoran y se preguntan ¿dónde está su familia, porqué los abandonaron allí?......
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Algún día todos seremos |