miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA DESPEDIDA


A lo largo de la vida vamos diciendo adiós a muchas cosas y personas, a veces sin darnos cuenta ya nos hemos alejado o se han alejado de nosotros, así tenemos la niñez, la juventud pasaron por nuestras vidas y no sabemos o no recordamos cuando terminaron; en otras ocasiones las circunstancias, nuevos planes, nuevos rumbos nos obligan al adiós.

La despedida- Diego Robles



Será por eso que este ultimo duele más, y es que la mayoría de seres humanos en un momento de su vida, tiene que tomar una decisión radical y dejarlo todo para empezar de nuevo; así tenemos los solteros para cuando se casan le tienen que decir adiós a su soltería, y si no es así y quieren vivir como solteros durante su vida de matrimonio, este está condenado al fracaso; otro ejemplo es de las personas que en busca de porvenir y oportunidad migran a otros países, dejando casa, familia, hogar, claro con la esperanza de volver.


Sin embargo existe una despedida muy especial, dolorosa pero a la dulce a la vez, la de aquellos que escuchando un llamado, deciden seguir al que dijo hace dos mil años y aun sigue diciendo a muchos hombres y mujeres hoy – “ven y sígueme” y ellos dejándolo todo se fueron con él.

Personalmente se que se acercan muchos adioses en mi vida, algunos quizá para siempre, otros por un buen tiempo, muchos tantos quien sabe hasta cuándo.

Adiós al teatro, adiós a la amiga y compañera incondicional que ha estado conmigo en las buenas y las malas, adiós a los amigos y conocidos que pude encontrar, adiós al rival, al enemigo o aquel a quien no le caía tan bien, disculpad si no pude volver o iniciar una amistad contigo.

Adiós al pedazo de tierra que me vio nacer, crecer y que tanto amo, pero sobre todo a mi mismo al antiguo yo quien debe morir, para que pueda surgir un nuevo yo, un hombre nuevo.

Un día entendí que todos los días son de adiós, pero también son de descubrimiento, de nuevas experiencias; pues desde mi trinchera, me propongo decir adiós a todo lo malo, envidia, mentira, odio, etc. Y siempre darle la bienvenida al amor.

Por una cultura de vida

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