miércoles, 18 de enero de 2012

DIVERTIRSE HACIÉNDOLO

Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a un conversatorio y taller de teatro, sin duda no tiene nada de grandioso eso, sin embargo el instructor argentino Gastón, nos presento una nueva versión de ver y del quehacer del teatro; el realizar este arte con personas de la tercera edad, él nos hablaba de cómo por medio de la actuación estas personas, se divierten y se entregan de lleno a esta actividad.
Mucho de lo que dijo en su charla, me llevaron a la reflexión en cuanto a la práctica de este bello pero difícil arte, y sobre todo el compromiso que existe al practicarlo.

Divertirse haciéndolo- Diego Robles

Si bien en nuestra ciudad de lo que tengo entendido no han existido grupos profesionales de teatro, se ha venido realizando de forma experimental, usando la técnica del teatro ensayo; pero a pesar de ello hemos podido observar y admirar muchas obras, de muy buena calidad.

Esto sin duda se lo ha podido lograr gracias a hombres y mujeres que encontraron en el teatro no solo una forma de divertirse o relajarse, sino un espacio donde poder crecer como personas. Algunas ocasiones encontrado jóvenes que han venido al grupo solo por hobby o pasatiempo, y con el paso del tiempo y la práctica diaria, encontraron que la mejor forma de divertirse,  o de vencer el stress pasar el tiempo es haciendo teatro pero en serio, no jugando a actuar, sino actuando de verdad, la mejor forma de gozar en este arte lleno de presión y de exigencia, personalmente y en casi todos los que he conocido, ha sido precisamente hacerlo con ganas, con entrega, sacrificio, el cual es gratamente recompensado al terminar la función  con la satisfacción del deber cumplido,  de saber que aunque no soy profesional, que solo es grupo de aficionados, di todo de mi en el escenario y en grupo

Gastón el instructor argentino, nos decía que para poder lograrlo y tener éxito con los adultos mayores  tuvo que vencer muchos obstáculos y prejuicios propios de él de estas personas y que ahora él se siente más a gusto trabajando con ellas que con los jóvenes, que son mas inconstantes y que les falta compromiso  y entrega.

Cuando pienso en ello recuerdo en todos aquellos que he conocido y que han llegado por el grupo y no quieren seguir un proceso, quieren que les  den un personaje sin saber aun actuar, o aquellos que se ríen de todo y que por decirles que el principio del trabajo actoral es el respeto muto y respeto al compañero, se han ido resentidos, cuando pienso en aquello digo quienes son los verdaderos ancianos.

Y es que el teatro como cualquier actividad artística exige un proceso de formación  y un proceso de disciplina personal de cada aspirante a actor, y su ejecución sea  profesional, universitaria, semi profesional o aficionada, exige que se respeten y sigan por lo menos las reglas o normas de básicas de actuación para una presentación por lo menos acertada, pretender ignorar eso y pasarse por encima de aquello seria jugar hacer actor, jugar hacer teatro. Que irónico que nuestros abuelitos y abuelitas entiendan mejor esto que nosotros los jóvenes.

Por una cultura de vida

No hay comentarios:

Publicar un comentario