sábado, 20 de abril de 2013

ENTRE TIJERAS UNA BUENA ATENCIÓN

Artículo escrito para la revista de la cámara de artesanos de Loja

Sin duda es una de las ramas artesanales que más se ha difundido, y no existe ninguno de nosotros que no haya usado sus servicios más de una vez, estoy refiriéndome a los gabinetes o salones de belleza y a las peluquerías.

Para conocer mejor este importantísimo oficio, conozcamos a tres de sus representantes. Así tenemos a doña Esther Castillo Troya  quien después de estudiar y graduarse en el interprofesional de Catamayo, se puso su gabinete y comenzó a trabajar en el 2004.

Por su parte don Livio Ayala Torres nacido en el cantón Calvas, se inició en 1959, él aprendió el oficio de peluquero de su padre quien se retiró muy joven, nos confiesa Ayala que al inicio no le gustaba mucho el oficio porque en ese tiempo había que manejar la navaja de mano, saber afilarla en piedra asentar en las respectivas correas que habían.
En cambio la señora Estrella Burneo Sánchez, viene ejerciendo el arte de las tijeras desde los 15 años en que se graduó de belleza; luego siguió corte y confección y  en el 2003 abre su gabinete, ella nos cuenta que al principio le consto sacar los permisos legales para poner el local y  estar capacitándose para estar actualizado.

Los tres a su manera han buscado precisamente eso, capacitarse; por ejemplo: Estrella Burneo ha participado y asistido a cursos en Quito, Guayaquil Cuenca y en nuestra Loja a las capacitaciones que ofrece la Cooperativa de ahorro y crédito de la pequeña empresa de Loja  CACPEL. También nos cuenta que se la asociación y  reúnen varias personas dan una cuota y traen un instructor de fuera para que les de algún curso.

El maestro Ayala el asistir en 1974 a su primer curso de peluquería que se desarrolló en Cali, hizo que cambie su forma de ver a peluquería. “estuvimos 2 ecuatorianos allá un guayaquileño y un lojano yo,  al regresar del curso cambie la forma de atención  al cliente.

Él al tener más años ejerciendo el oficio, ha tenido la oportunidad de capacitarse en varias oportunidades así tenemos que en 1978 asiste a otro curso en Guayaquil con instructores franceses e italianos, después de eso empezó a utilizar herramientas desechables, - “deje lo tradicional que era, tuve que separar para empezar a atender a los señores clientes de una manera más moderna”.

“E sido muy preocupado en esto , tengo muchísimos cursos en diferentes ciudades del país y aquí en Loja “ aunque prefiere los cursos fuera de la ciudad , “siempre he estado presente, no me he perdido uno, han venido  estilistas de otros continentes han venido a dar al Ecuador, , no me he perdido esos cursos, siempre he estado muy pendiente

El último curso que siguió fue en 1998 duro 4 meses en Quito, “…en estas profesiones tenemos que estar siguiendo la corriente del tiempo, no podemos quedarnos estáticos, siempre estamos tratando de actualizarnos para prestar un mejor servicio”.

Estas dos damas de la belleza y don Livio en la peluquería, nos manifiestan que han podido mediante su trabajo sustentar y sostener a sus familias, y que se sienten muy a gusto de ejercerla a pesar de las dificultades.

“Uno se siente realizado sobre todo porque los hijos se sienten felices sabiendo que la mami está trabajando… está ayudando a servir, entonces en el ámbito económico se gana lo básico para cubrir las necesidades de una familia”.   (Estrella Burneo Sánchez)

“Me he dedicado por entero a la peluquería, no se me entretenido en otra actividad con eso se a podido sostener a la familia.”   (Livio Ayala)

“E sustentado con este trabajo los gastos de mi familia y de mis hijos”  (Esther Castillo)

Con resultados diferentes  Don Livio y la señora Esther, han visto cómo sus hijos se involucran con esta profesión. Mientras que al primero su hijo no le gusta la profesión, “trabajo una semana pero lo dejo”. Doña Troya ha tenido más suerte, su hija de 14 años peina y hace otros trabajos relacionadas con este arte de la belleza, “lo hace en forma manual, lo hace solo con sus dedos... yo mismo le enseño…”

Como todo en la vida, no han faltado problemas, y anécdotas que les ha tocado vivir y superarlas.
Estrella Burneo nos cuenta por ejemplo que cuando era estudiante necesitaba 10 personas para hacerse un corte de cabello, para tintes y otras cosas… y yo me dije nadie va a querer que yo lo haga porque era muy jovencita, pero cuando hice el primer corte lo hice muy bien, la misma persona fue trayendo más personas, toda la familia, amigos y ya no necesitaba estar buscando porque ya solitos llegaban.

Livio Ayala nos cuenta: que se Inició con la máquina de mano, luego  vinieron las maquinas eléctricas, la marca alemana Orestator que no todos podían comprar, él no la pudo comprar, luego vino la MARCA OSTER “yo la compre pero no aquí en Loja sino en Cuenca, a plazos, la maquina me costó 120 sucres, la saque para dos años plazos y de allí me dividieron para los 12 meses  los 120 iba mandando por correo a Cuenca las mensualidades y era difícil, no cualquiera podía tener una maquina eléctrica “

Por su parte  a  Esther Castillo, al inicio cuando puso recién su negocio los amigos de lo ajeno le robaron todo,”…pero como eso me ha gustado no fue algo para decir aquí dejo esto;  eso me dio más fuerza para adquirir nuevamente todos los equipos necesarios para abrir el gabinete y seguir adelante.

Un factor en común y que coinciden nuestros artesanos de la tijera y peinilla, para mantenerse en este negocio es en buen trato a sus clientes; por eso no les afecta la competencia:

Livio Ayala al respecto comenta: - “Al venir atendiendo con la manera tradicional tenemos mucha experiencia, lo que no nos afecta que existan otros salones o gabinetes de belleza , cada cual tiene su clientela,  yo por ejemplo tengo una clientela de 52 años que no se han retirado , llegaron de un añito y ahora ya son abuelos"
Por su parte Estrella Burneo manifiesta: “Es bueno y bonito que exista más competencia, como uno se prepara no hay problema porque uno se gana los clientes con el trato, se puede ser buena profesional pero el trato es tiene que ser muy bueno.”

Y Esther también dice no tener problemas con la competencia; “si se  da buena atención, el cliente no traiciona”, entre sus clientes tenemos, a personas que trabajan en instituciones públicas o  privadas no tienen tiempo y reservan su cupo.

En cuanto a los materiales que utilizan nuestro entrevistados tenemos que Esthercita  adquiere del Perú, “porque es más rentable aunque deberíamos consumir productos nacionales”. Entre otros los productos que ella utiliza son: esmaltes, acetonas, para los tintes hay de varias calidades por el color, sillón, peinillas, secadoras, etc.

El peluquero Ayala por su cuenta, desde 1960 compra las herramientas y materiales por mayor, peinillas por cajas, “una peinilla la usamos  máximo 15 días y la cambiamos”.  El cuenta que el hace esto porque no le gustaba  usar cloro para desinfectar las peinillas y mejor la desecha. Según sus propias palabras, él siempre busca lo de mejor calidad para sus clientes.

Utilizaban  el jaboncillo “tropical” que era exclusivo para peluquerías, “cuando le poníamos colonia al cliente cada 8 días era obligatorio venir a la peluquería  y cuando venían se encontraba concentrado el perfume en el cuello, pero es que siempre yo compraba lo mejor, colonia de la buena"
En cuanto a la clientela ellos se expresan así:

-          Al inicio se me bajo el 60 % de la clientela al tener el local en el tercer piso,  al no estar la ciudadanía acostumbrada a subir a pisos altos, hasta ahora a ciudadanía no se adapta y le ven la dificultad el alto del piso, pero como la peluquería es conocida tenemos muchos clientes. (Livio Ayala)

Esther Castillo atiende en tiempos de fiestas   12, 15 hasta 20 personas diarias.

-          Por lo general se tiene 8 personas mínimo.  (Estrella Burneo)

Y para terminar les ofrecemos algunos datos importantes de estos emprendedores.

Estrella Burneo
Los que arriendan en el centro lo hacen a medias con otros y se dividen los gastos, si yo me pongo en centro, ya todo sería computarizado.

Dentro de sus clientes esta su misma familia, su hermana Victoria Burneo que tiene varias presentaciones, maquillándola y peinándola.

Livio Ayala
Trabaja con su esposa quien le ayuda de vez en cuando, cuando tenía el local en el primer piso trabajaban 4 personas, allí tenía una perfumería, en el primer local al frente lo cerro
Actualmente cobran 3 dólares aunque confiesa que desde el inicio él cobraba más caro, pero atendiendo mejor al cliente aunque su peluquería no era elegante.

Esther Castillo
Tiene en mente poner un local de dar tratamientos faciales,  y sacar su local al centro mediante un crédito del ministerio de la producción.

“Quiero Invitarles a los que tienen su título artesanal a unirse y reclamar sus derechos que les asiste la ley de defensa del artesano que solo ha estado en libros y nunca hemos hecho que se haga realidad para el beneficio de todos”

“A quienes aún no están inscritas a la cámara de artesanos, invito se inscriban, pronto tendremos ayudas del gobierno”

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