miércoles, 27 de julio de 2011

SIN ÁNIMO DE OFENDER

Sin ánimo de ofender- Diego Robles
Hacer teatro en Loja, es cosa de locos, de arriesgados y aventureros, porque a diferencia de otras ciudades, este arte en mi tierra natal no tiene ni a tenido el apoyo necesario, por eso es de aplaudir cuando nuevas agrupaciones surgen  con ánimo y brío, pues ellos y muchos más son quienes empiezan a tomar la posta por este bello arte de la actuación.


Es por ello que en esta ocasión quiero referirme al grupo de teatro “La Comedia” quienes el miércoles pasado presentaron la obra “No hay ladrón que por bien no venga” en el teatro de la Casa de la cultura.

Personalmente le es dicho algunos de sus integrantes, lo que considero está bien o mal de su presentación, personalmente no me considero nadie para poder juzgar el trabajo de otros, pero a pedido de ellos mismo, voy a dejar que hable mi experiencia sobre su trabajo.

Ante todo recordando la máxima que tenemos los actores y gente de teatro, que las críticas y comentarios son los que nos permiten crecer, personalmente y como agrupación.

Me pareció que el uso de los micrófonos inalámbricos no fue acertado, que un lugar cerrado como el Teatro de la CCE no tiene caso utilizarlos, ya que al no estar bien calibrados el sonido que producían al rozar con el cuerpo o ropa de los actores provocaba interferencias y sonidos que no permitían apreciar mejor el espectáculo.

La mala distribución del escenario, dividiéndolo en dos, cuya parte derecha solo se utilizo en la primera escena, no me parece adecuada ya que limitaba en movimiento de los actores en el resto de escenas. El vestuario de la actriz que protagonizaba a la mujer del ladrón desentonaba con el nivel social del personaje y además se lo veía más glamuroso que el de la dueña de casa.

A pesar que no me gusto la personalidad que le había creado a su personaje de ladrón mi amigo y alumno Javier, fue de todo el elenco el único actor donde se noto la construcción y manejo de un personaje, lo que lo hizo sobresalir.

En otro aspecto, hubieron momentos en que los diálogos de los dos actores que representaban a los primeros  amantes, le faltaba ritmo, estuvo muy plano y aburrido,  por último la presencia en media obra de personas ajenas a la misma es algo que deberían evitar en una próxima oportunidad. Una cuestión que también fue muy lamentable y que se escapa de las manos de esta joven agrupación fue la poca asistencia de público.

Parece que los lojanos no valoramos el esfuerzo que realizan los actores  y grupos de esta ciudad.

Mis compañeros y amigos del grupo “la comedia” están viviendo la etapa del enamoramiento del teatro, por eso a veces se comete errores, a veces más por desconocimiento o inocencia, que por otra cosa. Así también lo aprendí, espero no se desilusionen por lo que les critico, porque al conocerlos sé que no se van a enojar por mis apreciaciones  que se las brindo sin ánimo de ofenderlos.

Antes de concluir me permito recordarles que incluso ustedes en esta etapa son las victimas de muchos grupos o instituciones que van a querer a provecharse de su arte, como escribía en un artículo anterior van a buscarlos que den un cursito por aquí y por allá ofreciéndoles una bagatela. En ustedes está en valorar y dar al teatro lojano el sitio que se lo merece, no dejen que les ofrezcan el cielo y las estrellas.

Desde mi rincón tras los telones les comparto una frase o que decía  un maestro mío de actuación: “algún día seremos actores, hoy solo somos aprendices”.

Por una cultura de vida

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