viernes, 1 de julio de 2011

EL MUNDO

Esta vez ya lo entendí, desperté del mundo de fantasías en las que vivía, me encontré en un mundo raro, desconocido, donde no hay amor verdadero, donde todo es engaño e interés.
Casi me volví loco, algunos ya me lo habían dicho: -“misterioso, raro e impredecible”. Y aunque parezca extraño me sentí afortunado, sobre la mayoría por tener el consuelo de un Padre todopoderoso, el Padre de los cielos; mi vida se inspiraba en la vida de los santos, la soledad era mi compañía y las lagrimas mi consuelo.
Como gritarle al mundo esa mi verdad, pero calle, sufriendo al ver que este mundo me condena a llevar una vida que tal vez le tema, tenia y tengo miedo de contagiarme de lo mundano y asquerosa forma de vivir de muchos.
Mi silencio es la protesta, con el creo hacer lo correcto, pues siento el llamado de mi creador, pero hay algo que me hace dudar, no se si es temor al fracaso o el no tener suficiente información, quizás el miedo de descubrir que el mundo ya me invadió todo y me hacer negar su llamado.
Espero encontrar el camino correcto y directo a mi salvación espiritual. ¡Dios mió ayúdame! escúchame padre en ti Señor todopoderoso confió.
Algún día espero comprender las cosa de este mundo y el camino hacia Dios, la única esperanza que me queda; es por todo esto que me llamaron “loco”… ¿estaré loco?
Loja, lunes 06 de enero de 1997

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