Ahora pues bien ya hablando de “Tartufo”, una de las obras clásicas de
Moliere, y consta que no soy muy partidario de los clásicos de teatro; en esta
ocasión la compañía de teatro dirigida por el cubano Alain Chaviano, tuvo una
acertadísima puesta en escena, a tal punto que no se la sintió, al menos yo no
la sentí como un clásico, sino como una obra que enfrenta y desenmascara la
hipocresía, ese mal social que en todas las épocas nos ha invadido.
Más aun cuando al final de la obra Luís Vélez actor protagonista en la
obra, dijo, no buscamos denunciar a la hipocresía como tal, más bien queremos
denunciar o estamos en contra de las personas que son víctimas de la
hipocresía, de cómo en nuestras sociedades vemos y aceptamos con “inocencia” a
quienes nos mienten y engañan.
En lo que respecta a la actuación, existieron dos actores que
sobresalieron, el uno fue precisamente Luis Vélez quien represento de forma
genial y creativa a un “Tartufo” en sus dos facetas de víctima o manipulador y
cuando mostraba sus verdaderas intenciones.
La otra fue la actriz Gina Ordoñez, quien representaba el personaje de la
empleada; sus cambios de actitud, sus gestos, el manejo del ritmo y la fuerza
con la que interpreto su personaje fue fabulosa. A Gina tuve la dicha de
conocerla durante el rodaje de “Atrapen al santo”, más no me imaginaba que ella
también estuviera en esta locura de la actuación.
A mi criterio estrictamente personal, y desde mi humilde trinchera
considero que esta obra, debe sacársela del recinto de la universidad técnica y
exhibirla en otros en muchos lugares, llevar el teatro a los sitios donde no
llega el teatro, donde las personas no pueden ir a verlo en un escenario
formal; de qué sirve un grupo o compañía de teatro si solo se presenta para mí;
se que no soy nadie para decirle pero ya es hora que rompamos los círculos
elitistas, que dejemos nuestro público selecto, y más aun si es el grupo de
teatro de la universidad católica de Loja, llevemos la cultura, llevemos esta
magnífica obra a todos los sectores, sobre todo a los populares;
“bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos”
Por una cultura de vida
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