“No todo aquel que diga Señor, Señor,
se salvara” me viene a la mente cuando pienso que no todo aquel que dice ser
actor o artista lo es, y ahora en estos tiempos de redes sociales, en los que
basta un link o crearse una página adjudicándose el título de actor o actriz
para que muchos se lo crean.
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El verdadero actor |
En mis tiempos antes del internet,
uno se ganaba el apelativo, mediante presentaciones, mostrando y participando
en obras y el público era quien se encargaba de decir si uno era bueno o malo,
simplemente ya no iban a verte otra vez, o volvían y se convertían en tus
seguidores, pero de verdad en cada función, no con un link y nunca te han visto
actuar.
Y así uno poco a poco se hacía
conocer, al menos a mí me paso, con mi trabajo me di a conocer, no por andar pregonando
lo que soy o lo que puedo hacer, simplemente lo hacía, y seguro como muchos que
recién empiezan en este arte d la actuación, a veces las luces del escenario o
los aplausos, me confundían y hacían crecer mi ego, me sentía el mejor actor, o
el único actor de Loja, pero eso mismo m implicaba una responsabilidad,
superarme cada día, estar en un constante aprendizaje, y si me sentía l mejor
pues era en el escenario donde tenía que demostrarlo , no pavoneando a mis
conocidos, ni en los diarios o en las entrevistas en radio, hoy en cambio
muchos se dejan seducir por un par de -me gusta- de las redes sociales, y por
participar en una o dos obras ya se sienten las estrellas, los divos o divas y
no pisan el suelo.
Es así como vemos que la
actuación el teatro y el cine en la ciudad, al igual que el país se ha
polarizado, por un lado los verdaderos artistas, gente de pueblo, humilde, a
quien los medios de comunicación o las instituciones no les prestan atención,
aquellos que difunden su trabajo, no su ego, aquellos que difunden sus obras y
que el público sea quien juzgue si es bueno o malo, aquellos que simplemente más
allá de un rédito económico o una efímera fama, disfrutan haciendo lo que
hacen.
Por otro lado tenemos, lo que yo
llamaría la élite actoral, aquellos que se creen grandes que con su cara bonita
o su esbelta figura o posición social, traten de disimular su falta de talento,
aquellos que en las redes sociales se consideran único, pioneros e iluminados a
la misión de salvar, rescatar o despertar el teatro o cine, ya que antes de
ellos nada hubo, nada valió, o aquellos que por ser conocidos famosos, se les
abren todas las puertas y tiene el apoyo de
todos; es increíble que en pleno siglo 21 aun se den estas cosa, que el
apellido o la apariencia manden.
En nuestra ciudad por ser pequeña
todos quienes nos dedicamos a la labor artística nos conocemos, y si alguien se
siente aludido por lo que digo, no tiene nada que demostrarme a mí, hágalo a la
colectividad, con trabajo del bueno, de calidad, no aquel que es producto del
marketing.👺
Yo apoyo, y apoyare , a mis
colegas artistas, aquellos que con sinceridad y honestidad realizan su trabajo,
soy de las personas que no sufro por los logros de nadie, ni me alegro por los fracasos
de los demás, al final la cultura de la ciudad es la que gana o pierde, pero a
veces cuando veo, o escucho a chicos que recién empiezan a, quienes quizás por
su inmadurez personal y artística hablan hasta por los codos de lo grandiosos
que son, allí si me molesto, y escribo
desvaríos como este, porqué amo mi arte, apoyo a mis compas actores y
directores, pero siempre combatir a los mercaderes del arte aquellos que lo
prostituyen a cambio de una efímera fama o dinero.
Por una cultura de vida.
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