miércoles, 20 de enero de 2016

DE LA TOLERANCIA A LA INDIFERENCIA


Tolerancia- indiferencia
La tolerancia podríamos definirla como la capacidad de aceptar las diferencias que tenemos con otra persona, aceptando su manera de ser, de pensar o de obrar, por otra parte la indiferencia es el sentimiento de no importarnos lo que le sucede al otro, ahora cómo es posible que de la tolerancia lleguemos a la indiferencia.

 Lamentablemente así sucede, muchas personas a razón o escusa de ser tolerantes con los demás, de soportar y tolerar a los otros, han llegado al punto de olvidarse prácticamente de los demás, pero una cosa es convivir con alguien distinto a uno, a olvidarse del entorno y vivir en su propio universo.

Vivimos un mundo indiferente en cierto sentido, porque para preocuparnos de los problemas o necesidades de alguien más, volteamos la cara y  no somos capaces de ayudar, no es nuestro problema,  para que cargar con penas ajenas si ya tenemos bastante con las nuestras, y así en el este planeta cada vez hay más personas con hambre con frio, desempleados, sin un hogar un techo que los cobije, pero nosotros a esas personas no las vemos son invisibles; nos gusta imaginarnos o pensar que eso solo pasa en otros países en otras ciudades, ciegos, sordos por conveniencia es lo que somos.

 Eso ya no es tolerancia, el soportar a otro nos ha llevado  ya no a combatirlo, sino a algo peor a ignorarlo, hacer que desaparezca de nuestras vidas, aunque lo tengamos al frente, en un mundo competitivo, del cuanto tienes cuanto vales, parecencia que quien no cumple con los estándares económicos y sociales que se nos impone, esas personas dejan de existir, y por eso muchos fijen lo que no son, les gusta vivir de la apariencia, porque a nadie por supuesto le gustaría ser ignorado o dejado a un lado.

 Camino por las calles de varias ciudades de mi país, y se repite la historia, cada hombre encerrado en sí mismo, preocupado del éxito, y del dinero, sin importarle lo que tenga que hacer por conseguirlo, y veo también a personas invisibles, que cual plaga invaden las urbes , sin voz sin derechos,  de las cuales no puedo hacer nada, no puedo ayudarles, quizás porque yo también soy una de ellos, pero que con mi disfraz de artistas de triunfador pretendo disfrazarme de lo que  no soy, hay muchas que ya no buscan ser aceptados,  lo que buscan es una miga de ternura de atención, aunque sea un desprecio pero ni eso reciben.

Y yo aquí con mis letras y mis pensamientos confundido, tratando de hacer algo de ser su voz, de pedir a todos que dejen esa indiferencia, si queremos que el mundo cambie, si nos la pasamos quejando porque cada vez la cosa esta peor, empecemos por nosotros mismos, siendo auténticos dejando las apariencias a un lado, interesándonos en los demás, y no solo en nosotros mismos, recordemos que lo que hagamos o dejemos de hacer por muy personal que sea, afecta y repercute en los demás, así como hay una comunión de los santos considero también hay una comunión de indiferencia y maldad.

 Por una cultura de vida.

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