miércoles, 30 de diciembre de 2015

UN AÑO MÁS QUE SE ME VA

Un año más- Diego Robles
Doce meses que pasaron, trescientos sesenta y cinco días que llegaron y ahora ya no están, y así trascurre la vida, año tras año vemos cómo se va la vida, un año más o un año menos, de hacer lo que se debe hacer, de aprovechar oportunidades o de dejarlas pasar.

En estos momentos de la vida en esta época del año a veces me llega la nostalgia de todo lo que pude vivir, ¿Cuántos amigos logre?, ¿Cuántos enemigos me forje en el camino?, a veces quisiera mejor ya no decir nada, dejar de escribir, dejar de soñar, dejar de emprender en sueños y proyectos, que parece a nadie le importan más que a mí mismo; y es que claro en la vida cada uno es el rey y dueño de sus decisiones, buenas o malas, y cuando llega el fin del año al igual que cuando llegue la muerte, uno  se encontrara con lo bueno o malo qué uno hizo o dejó de hacer.


Pero esa nostalgia esa gana de dejarlo todo solo es pasajera, a nadie pudo culpar de mis éxitos ni de mis derrotas más que a mí mismo, lo que sí puedo hacer es escribir unas cuantas líneas a las personas que conocí este año, a aquellas que deje de ver, a quienes pudo ayudar, a quienes defraude.

Quiero empezar contigo muchacha de ojos tristes, que escondes en tus locuras y ocurrencias una gran tristeza y soledad, que te entregas más que por placer, por miedo a no estar sola, a ti que con un beso me arrebataste la voluntad y me hiciste escogerte como la niña de mis historias, como la coprotagonista de mi último sueño, al recordarte me viene a la mente la canción que dice “es que acaso pueden haber palabras más fuertes que la confianza que nos teníamos, parece que sí, pues te dejaste envenenar contra mí y hoy de ti solo tengo indiferencia y quizás hasta rencor.

Luego está la dama misteriosa, aquella que con su encanto y sus antojos cambiaba cada vez mis planes y tenía que someter a sus caprichos, valió la pena, no lo sé, al final saber que no tengo, ni la clase social, ni el dinero, ni los medios para tener tu cariño, tu compañía, solo me queda el recuerdo de tus ojos antes del último ósculo que nos dimos.

Es raro porque a ti pequeña parvulita ha sido a quien menos vi este año que fenece, y sin embargo has sido, a quien más he recordado, con quien más he tratado y te has convertido en ese amor platónico, que nunca se podrá dar, pero que sirve de inspiración para escribir, para crear, y para soñar.

Un año más que se me va
Mis amigos, mis discípulos, todos aquellos locos , que me siguen en mis locuras, que creyeron en mí, que aún lo siguen haciendo y me acompañan en mis aventuras y desventuras, muy largo seria nombrarlos a cada uno, a cada una de ustedes , mis bellas amigas, mis actrices, mis guaguas como les digo con cariño.

Aquellos que veo que poco a poco se van abriendo paso e escribiendo su propia historia, no se olviden que fui parte de ella, y que esa historia comenzó conmigo, no sean ingratos a su mentor, pues sigan, sean grandes, hagan las cosas con amor y pasión como les trate de inculcar un día.

Antes de concluir no podía dejar de lado a mis incondicionales, aquellos que a pesar de las diferencias, de las distancias, siempre hemos estado allí para apoyarnos y amarnos, mis hermanos, y mi madrecita, que es la luz que me guía.

Al final te dejo a ti, porque quizás seas la persona más importante en mi vida y no solo este año, sino siempre, a ti que te incrustaste en el alma, mi amada de siempre, a ti y a tu pequeña que sabes es mi adoración y al igual que José, recibió a María y a Jesús en su vientre, así yo quiero ser, el padre espiritual de tu traviesa, y apoyarte y ayudarlas hasta que muera.


Por una cultura de vida.

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