miércoles, 26 de octubre de 2011

CRISIS EXISTENCIAL

En la vida de las personas siempre llega un momento en el cual parece que la existencia y la propia vida no tienen sentido, o nos preguntamos quiénes somos y porque estamos aquí, esto es lo algunos  lo llaman “crisis existencial”.
Crisis existencial

El preguntarse ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?,¿ a dónde voy?, ¿Por qué estoy aquí?, quizás no tengan un respuesta universal, más bien considero que cada ser humano de acuerdo a su experiencia va adaptándose a encontrarle ese sentido a la vida que tanto buscamos.

Algunos expertos en sicología consideran que es bueno pasar estas crisis, porque a uno lo ayudan a conocerse mejor; en el ámbito espiritual en cambio nos manifiestan que son necesarias porque nos ayudan a purificar nuestro espíritu.

Otras personas al contrario creen que no son recomendables, porque si no se las sabe llevar pueden desencadenar en la depresión o el suicidio. Este extraño fenómeno psicológico  sin embargo es muy frecuente y les llega más de una vez a los artistas; en mi criterio es porque al ser mas sensibles ante muchas cosas, les llega esta crisis más fácilmente; otro factor puede ser que la actividad artística viene acompañada de la fama, la que en sí, no es mala pero que puede llevar al individuo a la soledad o al stress, a lo mejor sea porque su vida se convierte en pública  y lo que hago o no está en la mira de los medios.

Crisis existencial
Hablando particularmente de los actores, quienes antes de cada actuación se hacen esas mismas preguntas en personaje, es como que vivieran constantemente en crisis de identidad, en una lucha entre la propia personalidad y la personalidad del personaje, por eso con la experiencia que tengo en este ámbito podría afirmar que actuar es suicidar o matar la propia personalidad, para que viva la del personaje;  claro que hablo de una actuación profesional, cuando se prepara y se crea un personaje, no aquella mal llamada actuación que solo consiste en aprenderse de memoria un papel  y recitarlo de derecha a izquierda en un escenario.

Por ello considero al menos que los actores deben tener una formación seria e integral, no solo para su correcto desempeño artístico, sino para poder sobrellevar estas crisis existenciales que nos llegan y no enloquecer.

El verdadero artista muchas veces después de una de estas crisis, sale cargado de inspiración, de energía que le permiten crear con mayor ahincó. Y cada creación entregarla al mundo. Por eso desde mi rincón, recuerdo con dolor mis crisis existenciales, pero les agradezco lo que he podido lograr gracias a ellas; porque no hay mal que por bien no venga.

Esta sensación de vacío, de falta de ánimo y desesperación no es nueva, al contrario desde tiempos inmemorables viene sucediendo, sin embargo en la época actual al vivir en una sociedad muy competitiva, y netamente capitalista, en la que el ser humano se ha convertido en un objeto, es más fácil llegar a sentir estas crisis.

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