miércoles, 2 de noviembre de 2011

NO ES EL FINAL, ES EL INICIO


No es el final es el inicio (foto Diego Robles)

No soy partidario de una fecha especial para celebrar algo o a alguien, sin embargo, hoy  día de difuntos es la excepción, ya que los muertos nos recuerdan lo frágil que es la vida, y lo omnipresente que es la muerte. 

Desde que se  nace, se camina a la muerte,  cada día, cada hora que pasa, estamos más cerca de ella. Morirás y no sabes dónde. Morirás y no sabes cuándo. Morirás y no sabes si en gracia o en desgracia, si por enfermedad, por accidente o prematuramente.
La muerte te enseña a despreciar las glorias mundanas. Por un momento piensa, hace cien años no existías, existía tu pueblo, tu ciudad, el nombre de tu familia, pero tú no. Nadie te echaba de menos, nadie pensaba en ti. Ahora existes. ¿Porque existes? No estás aquí solo para pasarlo bien y menos para hacer el mal. Sin embargo cuantos lo hacen se pasan la vida como que la muerte nunca fuera a llegar.

Hay también los que dicen “Chulla vida, a gozar”, quizá, pero paradójicamente el gozar significa entregarse desenfrenadamente al alcohol, a las drogas, o a la violencia, sin darse cuenta que eso se acercan más rápido a la muerte.

Existen otras personas que se la pasan toda la vida trabajando, buscando tener o ganar más y más dinero, y se olvidan de la familia, de sus seres queridos y hasta de Dios, y cuando mueran ¿Qué llevaran consigo?

Por eso sostengo que la muerte te enseña a vivir. Tú ¿Cómo vives ahora?  Y si ahora mismo te llegase la muerte,  ¿Qué? Un día u otro vendrá,  ella sabe muy bien tu domicilio, no hay donde esconderse.

Por ello debemos aprovechar nuestra vida,   procurando hacer el bien, con el amor como eje de nuestras acciones, buscando un equilibrio entre la diversión, el compartir, el trabajo, para que por lo menos cuando llegue la muerte no nos encuentre vacíos y solos.

NO ES EL FINAL, ES EL INICIO
Dos de noviembre día de difuntos,  porque solo un día, todos los días deberíamos recordar a nuestros  finados y pensar en la muerte;  por eso hoy me pregunto cuando muera ¿cómo me recordaran?, ¿qué hice en vida en bien de los demás y de  la sociedad? ¿Qué legado dejo a los que vienen detrás de mí?

Por eso me propongo hacer y vivir desde hoy cada día y cada hora como si fuera el último de mi vida.
Y tu amigo, amiga, ¿Qué harías si la muerte te llegara en este momento?

Por una cultura de vida

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