miércoles, 21 de marzo de 2012

LAS DECISIONES


En teatro tenemos una frase que la utilizamos en varios momentos y circunstancias, “corazón cálido, y cabeza fría”, con el paso del tiempo he comprobado que la misma no solo sirve para el mundo de las tablas, sino para toda la vida; sobre todo en momentos en los cuales debemos tomar una decisión.



Decisiones- Diego Robles


Sin duda todos los días tomamos decisiones, sin embargo, existen momentos en los cuales se toma decisiones de vida, como por ejemplo, contraer matrimonio, mudarse de ciudad, cambiar de amistades o de trabajo, son circunstancias en las que más debemos tener el corazón cálido, pero también la cabeza fría.

Este tipo de decisiones de vida sin duda deben ser tomadas con calma y mucha reflexión, y no por la euforia de un momento, tienen que ser el resultado de un lento pero profundo análisis de factores, ya que sin duda  cualquiera sea nuestra decisión esta provoca  en nosotros una serie de cambios en nuestra existencia, rupturas, adioses, despedidas, que aunque duelan en ese momento.

A veces por temor al fracaso o al cambio dilatamos y demoramos demasiado la toma de decisiones, y pasamos poniéndonos pretextos para eso, o lo que es peor buscamos culpar a otros de nuestra falta de voluntad. Si decido, casarme, o mudarme de ciudad, eso provocara que deje mi vida de soltería, que deje a mis amigos y diversiones, y que entre y empiece a vivir un nuevo estilo de vida, si va bien o mal, dependerá de muchos factores, pero sobre todo de esa primera decisión, que si la tomo muy apresuradamente o con mucho retraso tendrán consecuencias, o si toma la decisión sin medir todo lo que eso implica.

Claro que esto no quiere decir que por miedo no de ese paso, o lo de a ciegas, a veces es  bueno ser aventurero y arriesgarse, pero para ello sobre todo debemos poner nuestra mente en frio, pero sin olvidar nuestros sueños y anhelos.

Por ello es necesario  tener la suficiente madurez para aceptar las consecuencias  y efectos producto de nuestras decisiones;  sean buenas o malas, sin buscar echar la culpa a otros de nuestros errores, es por eso que no debemos apresurarnos cuando nos corresponda tomar esas decisiones, deberíamos poner como en una balanza lo bueno o malo.

En teatro antes de salir al escenario ocurre una catarsis, una conversión mágica en la que dejamos de ser nosotros mismos, para darle vida a un personaje, corazón cálido para darle vida a ese personaje, y hacer que sufra, que llore que ame y sienta durante la obra, pero también cabeza fría, para no olvidar las reglas actorales, para saber que lo que pasa en el escenario se queda en el escenario, y sobre todo para recordar que cuando cae el telón somos nosotros mismos otra vez.

Las decisiones aunque duelan y tengan consecuencias inesperadas, nos ayudan a crecer y debemos aprender por eso a tomar las correctas, porque al final del día, y de nuestra vida seremos el resultado de ellas.

Por una cultura de vida

No hay comentarios:

Publicar un comentario