Muchas veces en la
vida es grato el ver como las semillas que uno siembra dan fruto y fruto en
abundancia; es así que a lo largo de mi experiencia como formador de actores y
director, he tenido la oportunidad de encontrar a un sin número de alumnos, y
de integrantes que han pasado por los grupos que alguna vez dirigí, algunos de
ellos se atrevieron a marcar la diferencia en la promoción de las artes y la cultura.
Uno de ellos es Daniel Granda, joven cineasta que recién termina de compartir
sus conocimientos en los talleres de Cine Pack social.
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De tal palo tal astilla |
A Daniel lo conocí
hace unos seis años, en el Grupo de Teatro Sin Mascara, con él en el campo del cine hicimos algunos
experimentos cinematográficos, luego él por iniciativa propia se fue abriendo camino, formando su propio
destino y experiencia en este complejo arte de hacer cine.
Ahora la
colectividad podrá ser testigo de los frutos y enseñanzas que Daniel brindo a
los más de cincuenta participantes de los Talleres de cine auspiciados y
promocionados por El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, fue
un mes muy grato lleno de conocimiento, de platica amena y mucha creatividad de
los asistentes.
Los asistentes de
los talleres de CinePack Social, aprendieron que hacer cine es algo serio y no
un juego; que se necesita trabajar en equipo de manera organizada y
comprometida para lograrlo; que no solo es tener una cámara y decir acción para
ser director, que actuar es ser no parecer; que no es indispensable una larga experiencia pero
si se debe tener el conocimiento básico de lo que se hace.


Cuatro
cortometrajes son el resultado de esta experiencia: “Los dos cuerpos del soberano”, que muestra al poder en sus facetas
de opresión y de rechazo del pueblo. “Las dos caras de la moneda”, que enfoca la prostitución vista desde las
clases sociales. “Pobres peatones” que denuncia el abuso a los que son víctimas
los peatones y “Kuando trabaje”, nos muestra la ironía de una sociedad donde se
cree que solo los burócratas trabajan, mientras se considera que los artesanos
y artistas callejeros son unos vagos.
Estos cortometrajes fueron escritos,
dirigidos, y actuados por los participantes de los talleres bajo la atenta
mirada de nuestro coordinador Daniel. Para muchos el rodaje fue por primera
vez, las malas noches, el ir y venir, los llamados hacer silencio, el maquillaje a este y al otro actor y ubicar
correctamente las luces para lograr la iluminación correcta, solo fueron parte
de esta locura de hacer cine.
Este jueves diez de
mayo en la Sala de Teatro y Cine de la
Casa de la Cultura a partir de las 20h00, el público lojano tendrá la
oportunidad de observar estos trabajos llenos de sacrificio, ganas, esfuerzo y
creatividad.
Gracias a Daniel por
seguir y hacer crecer esa semilla del cine, por ser parte de este sueño y
anhelo de demostrar que en Loja si podemos, y sobre todo por conservar y
mantener su don de gentes, así como su humildad y sencillez.
Por una cultura de
vida
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