miércoles, 16 de mayo de 2012

DEMUESTRE SU CARIÑO Y PAGUE DESPUÉS

“Dicen que es el día de la vieja, demuestre su cariño y pague después” de forma acertada el poeta ecuatoriano Othón Muñoz, nos hace reflexionar sobre otra de las fechas que sean convertido en un icono del consumismo y capitalismo. Al igual que navidad, San Valentín ahora el día de la Madre no podía escaparse.



¿Pero es que acaso al amor, o al cariño se lo puede comprar con electrodomésticos, o cosas materiales?, en una sociedad cada vez más mercantilizada donde todo tiene un precio el amor y el cariño no podía escaparse. Tengo miedo que llegue un día en el cual los pobres ya no puedan amar porque no tienen dinero para comprarlo, acaso eso también nos van a quitar.






El amor alguna vez aprendí no es una actitud sino una aptitud, es decir el amor no son actos espontáneos y repentinos, para el cual se necesita un motivo o una “fecha especial” para demostrarlo. Es una aptitud porque es constante, es un estilo de vida,  una manera de comportarse diaria, en la que no hay que demostrar nada, porque forma parte de nuestro ser.

Me pregunto si acaso una lavadora o una cocina será capaz de borrar el sufrimiento de una madre por su hijo que llega cada fin de semana borracho, o será mejor el cambio de aptitud de ese hijo. También me pregunto porque en estas fechas aparecen supuestamente tantas promociones y ofertas para elogiar y demostrar el cariño, acaso los almacenes no pierden así rebajando sus precios.

Dicen que el amor acaba cuando no se lo alimenta y fomenta, pero de qué tipo de amor estamos hablando de aquel que necesita de pruebas y demostraciones, de aquel que cuando la billetera ya no tenga y este flaquita se acaba. Lo peor es que esto ha provocado que muchos ya no crean en el, sin embargo creo que el amor se acaba solo cuando es por ratos y esta cimentado por actos y no por actitudes.

Demuestre su cariño y pague después
Pero volviendo al día de la madre, me pregunto a la mía que le he dado más, sufrimientos o alegrías, acaso mis “demostraciones” mis “regalos”  de un día compensan las penas que le doy los otros trescientos sesenta y cuatro días del año. Seguro salgo perdiendo, pero nunca es tarde para remediar y al menos con ella haré que el amor que le tengo sea una aptitud un estilo d vida, que se reflejo desde el más grande al más pequeño detalle diario como tomar la escoba y ayudarla a barrer. 



Propongo a todos que empecemos a soñar que hoy, que mañana y siempre son navidad, el día de la madre, san Valentín y que estos nada tengan que ver con la economía, ni con la capacidad de compra de cada uno, sino con la capacidad de saber que somos libres y de decidir dar el amor como un regalo y no como un premio.

 “¿Y usted que regalara a su madre?, ¡Estamos en oferta por el día de la madre!



Por una cultura de vida

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