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Saber ganar, saber perder-Diego Robles |
Hemos perdido la
noción de ganar o perder, hemos distorsionado lo que significa un triunfo y no
sabemos asumir una derrota, ahora lo que cuenta es agredir e insultar no
importa cuál sea el resultado, con tal que piense distinto o tenga un equipo
deportivo distinto al mío suficiente para agredirlo.
Así vemos como en estas últimas semanas a razón de que el campeonato de fútbol ecuatoriano tiene un nuevo campeón, se han desatado sin misericordia, ni fundamentos una serie de epítetos e insultos entre los hinchas de este equipo ganador y el resto de equipos, y lamentablemente las redes sociales que deberían servir para fortalecer amistades y conocer personas, son mal utilizadas para este mal propósito.
Pero esto no solo
pasa en el fútbol, pasa en todos los ámbitos de nuestra vida; por ejemplo lo veremos
en la próxima campaña electoral, en donde en lugar de escuchar propuestas de
los candidatos que nos expliquen que van hacer, como van ejecutar sus planes de
trabajo, se dedican a buscarle la quinta pata al gato y a hurgar en la vida de
los otros candidatos y desacreditarlo, en una campaña sucia que se basa en el
insulto y no en la propuesta, en la que lo importante es demostrar que el otro es
un incompetente, un mañoso, un corrupto o mil cosas más. Se olvidan de ver la
viga en su ojo y solo ven la paja en el ojo de los demás.
No sabemos ganar,
no sabemos perder, por todo estamos buscando un pretexto para agredirnos; nos
pasa con la religión, que si soy ateo o creyente, o cristiano o musulmán; pasa
en cuestiones de género que si soy hombre y tú mujer, o eres homosexual; pasa
entre países y regiones; pasa entre edades; o que si yo hago danza y tu teatro
o música, que mi grupo es mejor que el tuyo; en todo y por todo vivimos en una constaste
lucha y ofensa al otro. Y creo que la competencia en si es buena, porque nos
ayuda a crecer, a mejorar, a ver nuestras propias limitaciones y superarlas,
mas no debe convertirse en una lucha por acabar con el otro.
A veces creo que
estamos en un proceso de involución, de retroceso, no me explico como si nuestros
antepasados que vivían como seres primitivos evolucionaron al homo sapiens,
ahora este hombre sabio no usa su sabiduría para crecer en tolerancia, en
paciencia, en respeto; al contrario vemos como la violencia se va apoderando de
nosotros, en una sociedad que nos empuja a terminar con el resto, donde nos
enseñan que lo único que vale soy yo, y lo que pienso y creo es la verdad
absoluta y pobre del que me contradiga, usare todos los medios para acabarlo,
aunque en batalla me haya ganado.
Donde iremos a
terminar así, hasta cuando nos dejaremos llevar por esta onda modernista del
insulto y de la ofensa, de no dejarme, y si tanto nos gusta la confrontación,
asumir el triunfo o la derrota; hace rato que perdimos nuestra cultura de paz y
armonía, ahora todos son nuestros enemigos, basta que piense distinto, creo que de cada uno de nosotros
depende si seguimos cayendo en este proceso de retroceso de volvernos otra vez
bestias y atacarnos sin razón.
Por una cultura de
vida
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