Las cosas buenas no
son noticia no se les hace publicidad, y muchas veces pasan desapercibidas para
la mayoría; esto lo podemos comprobar a diario en los noticieros, por cada
noticia positiva hay diez negativas, y no es que no sucedan cosas buenas en nuestra sociedad, lo que pasa es que eso no
atrae, no vende, y por eso parece que existe más cosas malas que buenas.
El bien es
silencioso y discreto, sin alardes porque de lo contrario sería ostentación y
perdería todo valor. En este sentido todos venimos al mundo con un talento, don
o habilidad, la mayoría que decide ponerlo al servicio de los demás por lo
general lo hace en silencio; quizá por lo de que la mano izquierda no sepa lo
que hace la derecha.
Es por ello en esta
ocasión, quiero dar a conocer el bien y talento de varios jóvenes lojanos que
cobijados en el grupo de teatro “Antifaz” la semana pasada, participaron en
representación de Loja en el XV Encuentro Nacional de Teatro Universitario y Politécnico
del Ecuador, realizado en la ciudad de Guayaquil, del 26 al 30 de noviembre.
Esta es la cuarta vez
que el grupo asiste a este evento teatral que reúne a los mejores grupos de
teatro del país, y cuenta con la intervención de grupos de otros países; las
tres ocasiones anteriores la
participación de la agrupación fue destaca y este año no fue la excepción,
sobre todo tomando en consideración que Antifaz no cuenta con un presupuesto
que le permita mantenerse y sostenerse, ni proporcionar un sueldo a sus
integrantes ; pero nada de esto ha sido un obstáculo para que la agrupación tanto
ayer, como ahora sobresalga en este tipo de encuentros nacionales.
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Los talentos-Diego Robles |
Este talento igual
al de muchos compatriotas tiene más mérito cuando es puesto al servicio de
buenas causas, al servicio de la sociedad;
mediante el teatro se puede llegar a sitios recónditos o difíciles, se
puede llegar a todo tipo de personas .
Ya es hora de ver y aceptar que el teatro es un verdadero semillero de talentos, que es digno de darlo a conocer, que ya no debe permanecer escondido; que ha llegado el momento de poner este y otros talentos al servicio de los demás, que lo usemos con responsabilidad y generosidad, si bien podemos lucrar de él, que no se convierta en un objeto de exclusión y discriminación a los demás.
Ya es hora de ver y aceptar que el teatro es un verdadero semillero de talentos, que es digno de darlo a conocer, que ya no debe permanecer escondido; que ha llegado el momento de poner este y otros talentos al servicio de los demás, que lo usemos con responsabilidad y generosidad, si bien podemos lucrar de él, que no se convierta en un objeto de exclusión y discriminación a los demás.
Despertemos
nuestros dones, no los enterremos, ni dejemos que se vuelvan in fértiles y no
den frutos, porque a cada quien se lo juzgará de acuerdo con lo que se le ha
dado.
Por una cultura de
vida
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