Solo-Diego Robles |
Más que una cuestión de género, creo que es un problema social
donde no valoramos a los demás por lo que son, sino por lo que tiene, por como
externamente son, cada vez se ve con mayor frecuencia que las parejas ya no se
aman de verdad, ya no les interesa el otro cada quien está preocupado de sí
mismo y de sus intereses.
No importa tanto si uno es respetuoso, bueno, inteligente y cabalero, no se tiene oportunidad si o se cuenta con una cuenta en el banco con unos cuantos ceros. Por eso sé que existimos por allí soñadores que estamos condenados irremediablemente a quedarnos solos; son muy pocos una especie en extinción de aquellos que aun creemos que no importa tanto el dinero, que más importe son los seres humanos. Y se pasa la vida en forma anónima tratando de ayudar a los demás prefiriendo el bien al mal, si ya se dirán hipócrita, tal vez, no lo sé, solo sé que este mundo loco no lo entendería.
Hoy por creer que lo que importa son los sentimientos ya no tengo sueños en mis noches de insomnio, la inspiración para escribir versos huyo de mí. Quise volar tan alto y no pude, quise amar a alguien y aprendí que no hay amor sino interés, quise también llorar y con una risa fingida aprendí a mentir.
Los recuerdos del ayer hoy comprendo no me sirven de nada, por fin desperté de mi mundo de fantasías y me encontré con una terrible realidad, estoy solo no tengo a quien amar ni nadie quien me quiera; ni siquiera un amigo a quien contar las penas…Vivo por vivir… no sé pero perdí el interés por la vida y aunque estoy enamorado de la muerte, me aferro como un loco a la esperanza de seguir luchando y encontrar a ese alguien especial, que muchas veces creí encontrar en ti, en ella o en aquella; pero me desengañe me mentí al quererla.
Ahora sin más que hacer que escribir estas vanas y necias palabras, trato de pasar mis aburridos días. ¿Por qué la vida es así conmigo? no lo sé. ¿Me estoy por tanto mal? yo que siempre he dado lo mejor de mí, mis sentimientos, mi forma de amar, mi verdad al momento de querer. Nadie comprende este modo de amar tan mío. Creyendo que el silencio habla más que las palabras, y que las acciones más que estas.
Por todo esto estoy solo,, aunque no tanto la soledad absoluta en si no existe, tengo amigos, compañeros, familiares que me aman, tengo mi ciudad, mi país, mis dones y talentos, y sobre todo tengo a Dios, mi padre eterno, si lo tengo a él que más puedo pedir.
Hace 18 años escribí este fragmento de vida, cuanto ha cambiado desde allí, casi nada sigo solo, pero ya no importa tanto aprendí a la soledad convertirla en paz interior y revalorización de lo que somos y hacemos, nos enseña a descubrir nuestros errores y defectos nos ayuda a ser mejores y nos llena de esperanza.
.Por
una cultura de vida
Hoy por creer que lo que importa son los sentimientos ya no tengo sueños en mis noches de insomnio, la inspiración para escribir versos huyo de mí. Quise volar tan alto y no pude, quise amar a alguien y aprendí que no hay amor sino interés, quise también llorar y con una risa fingida aprendí a mentir.
Los recuerdos del ayer hoy comprendo no me sirven de nada, por fin desperté de mi mundo de fantasías y me encontré con una terrible realidad, estoy solo no tengo a quien amar ni nadie quien me quiera; ni siquiera un amigo a quien contar las penas…Vivo por vivir… no sé pero perdí el interés por la vida y aunque estoy enamorado de la muerte, me aferro como un loco a la esperanza de seguir luchando y encontrar a ese alguien especial, que muchas veces creí encontrar en ti, en ella o en aquella; pero me desengañe me mentí al quererla.
Ahora sin más que hacer que escribir estas vanas y necias palabras, trato de pasar mis aburridos días. ¿Por qué la vida es así conmigo? no lo sé. ¿Me estoy por tanto mal? yo que siempre he dado lo mejor de mí, mis sentimientos, mi forma de amar, mi verdad al momento de querer. Nadie comprende este modo de amar tan mío. Creyendo que el silencio habla más que las palabras, y que las acciones más que estas.

Hace 18 años escribí este fragmento de vida, cuanto ha cambiado desde allí, casi nada sigo solo, pero ya no importa tanto aprendí a la soledad convertirla en paz interior y revalorización de lo que somos y hacemos, nos enseña a descubrir nuestros errores y defectos nos ayuda a ser mejores y nos llena de esperanza.
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