miércoles, 6 de febrero de 2013

De campaña del insulto a campaña de la muerte

Los tiempos, las sociedades, las personas todo cambian con el trascurrir de los años, ya nada es como antes, si es mejor o peor no lo sé, sin embargo me detengo a pensar en cómo cada vez nos vamos acostumbrando a la violencia, a la crueldad a la brutalidad, y más que acostumbrando nos vamos sintiendo impotentes ante la escalada de violencia que cada vez crece más.


Campaña de la muerte-Diego Robles

Justo hace unas semanas en este mismo espacio escribía, como la actual campaña electoral tiene dos caras una de ocurrencias y creatividad que llega incluso a ser divertida por el ingenio utilizado y otra la del insulto y ofensa; considerando que  vamos perdiendo la tolerancia ante los demás, y sin querer vemos como enemigos mortales  a quienes piensan distinto de nosotros, lo correcto sería debatir las ideas con argumentos, abriendo los ojos, sin cerrarlos a los apasionamientos ni al odio.

Esta semana con sorpresa de muchos se pudo ver y conocer como la campaña electoral que vive nuestro país fue manchada con el ataque y muerte de dos personas en una concentración proselitista en Quininde; y más allá de tratar de conocer  los motivos que tuvo el autor de tan cobarde acto,  debemos pensar y reflexionar sobre nosotros mismos, cada uno sobre la vida que lleva o aparenta llevar, como nos dejamos atrapar por el apasionamiento político, cultural, religioso o deportivo, y como muchos en un momento de locura llegamos  a convertirnos como el sujeto del ataque de Quininde. 

Quizás no ataquemos con un cuchillo a los demás, pero si lo hacemos con palabras, insultos y sobre todo con nuestras actitudes. Este hecho no puede dejarnos indiferentes ni pasivos, pero tampoco nos debe llevar a responder con más violencia y odio, debemos buscar espacios de intercambio de ideas y de posiciones que en lugar de distanciarnos deberían complementarnos, al fin y al cabo gana quien gane se convertirán en los gobernantes de todos y no solo de unos pocos, aunque la experiencia así lo indique, pero no debemos perder la fe.

No sé si a ustedes les pase pero ahora siento más la inseguridad, el hecho de ver el vídeo del ataque en Quininde me dejo inquieto al sentir que ya no se puede estar tranquilo en ningún sitio ni aunque estés rodeado de cientos de personas, siempre puede haber un loco por allí que te haga daño.

Y por último desde mi trinchera aspiro que la muerte de esta dos personas, no sea utilizado  ni para ganar votos, ni para quitar votos a nadie.


Por una cultura de vida


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