miércoles, 4 de septiembre de 2013

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

“Hoy amanecí con el pie izquierdo” es una frase que hace alusión a que se ha tenido un mal día, o en el cual todo a resultado mal, sin embargo de ello a mí no me gusta decir que algo es bueno o malo, más bien creo que las cosas que suceden tienen una razón de ser, o suceden por algo, de nosotros depende si es bueno o malo lo sucedido, si lo utilizamos bien o mal, si aprendemos o no de este hecho.

No hay mal que por bien no venga

Pues el viernes pasado tuve uno de esos días de enseñanza, un momento en el cual parece todo confabula contra uno, pues fui testigo y participes de varios sucesos que me han llevado a la reflexión sobre la propia existencia y que cambiaron todos mis planes.

El día empezó con la injusticia del que era víctima una apreciada amiga, a quien su propia hermana le falsifico la firma y le usurpo la identidad para realizar unos trámites de negocios, más que la amistad que tenga hacia ella, el sentido de justicia y el sentido común hicieron que la apoye y la defienda ante el abuso del que era parte ella, una defensa basada en la razón y los argumentos, no fue una defensa con violencia, porque creo que nada se resuelve con esta, situación que motivo a que ahora mis planes cambien y deba partir antes de tiempo.


Luego vino la sorpresa y la incredulidad al observar la reacción de las señoritas empleadas de una conocida concesionaria de vehículos, donde su escusa de falta de tiempo por tener muchos clientes no les permite verificar la identidad de sus clientes, o verificar si los portadores una cédula corresponden a la persona, da mucho para pensar y para temer porque si a alguien se le extravía el documento de identidad, y lo encuentra una personas inescrupuloso, la empresa de vehículos no verifican la identidad de portador y le hacen un crédito y le entregan el vehículo solo  porque porta la cédula y “es que se le parece”, todo se reduce a que como ya cancelaron no es problema de ellos, y que tal si no hubieran cancelado, o si ese vehículo sufre un accidente y mata a alguien, o es comprado con lavado de dinero. Quien sale perjudicado el pobre individuo que tuvo la mala suerte de perder la cédula.

Más tarde y para completar este bonito día, aborde un taxi, de la compañía que lleva por nombre un ilustre lojano fundador de la casa de la cultura, el señor taxista aduciendo que no tiene suelto se fue llevando el vuelto, al llamar a la mencionada compañía, me dijeron que solo pueden hacerse responsables cuando se llama a la operadora y se solicita llamada, en otras palabras los clientes y usuarios podemos ser víctimas del abuso, robo o maltrato de los taxistas  cuando abordamos una unidad en la calle, sin haber llamado antes; lamentablemente  no todos los señores chóferes son iguales, pero como sujetos como este, es que se piensa mal de ellos.

Después ya en casa arreglando mi maletas de sueños, guardando los proyectos y dejando afuera la esperanza doy gracias a Dios por  este día, porque me permitió conocer la injusticia, la falta de ética, el amor al dinero de una sociedad que sigue indiferente como que nada pasara, es bueno que pasara todo esto porque me da la oportunidad de compartir con mis lectores, porque provoca que mi conciencia se despierte y me obligue a reaccionar, porque me motiva a ser mejor, a tratar de cambiar lo malo que llevo en mi, el cambio empieza en uno mismo.


Por una cultura de vida

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