Peregrino por el mundo |
Por estas fechas de
agosto y septiembre por mi tierra se escucha mucho de los peregrinos, y de la
peregrinación; y por ello decide declararme un peregrino por el mundo, por la
vida. Pero para poder entenderlo primero reflexiones un instante en esto.
Un peregrino es un
viajero, que movido por una necesidad muy grande está de paso por otros lares, lejos de su terruño, el
peregrino sabe que no es un peregrinaje no es un viaje fácil, que hay que
prepararlo y prepararse para poder llevarlo a cabo, es un viaje muy distinto a
otros que se realizan por paseo, por distracción o por mera costumbre.
Acaso nosotros
también no estamos solo de paso por esta vida, por este mundo, hoy anochecemos
aquí, mañana quien sabe, la vida y el destino no tienen certezas, ante ello como
no preparar este viaje llamado vida, como alistarnos nosotros mismos.
En primer lugar
analicemos, es solo un viaje más o es una peregrinación nuestra vida, nadie la
tiene segura, nadie por más que haga lo que haga, puede evitar el destino
final, y más incertidumbre de no saber cuándo, pero quizá eso lo haga más
interesante, y nos ayude a ver si hasta ahora hemos sido peregrinos de la vida
o turistas de ella.
Un turista va a un sitio con el fin solo de
distraerse, de pasarla bonito, sin importar el precio, es alguien que tiene
seguridad y una agenda trazada; en cambio el peregrino se lanza a ciegas,
dispuesto y preparado a lo que sea, a lo que venga, sin seguridades ni horarios
pre establecidos, y sobre todo el peregrino es movido no por placer o diversión
sino por una fuerza interior que lo mueve, llamémosle fe, llamémosle impulso,
no lo sé, solo sé que es algo más grande que nosotros mismos.
Hasta ahora por la
historia sabemos que quienes descubrieron ciudades perdidas, encontraron
tesoros y fortunas, fueron los peregrinos, los aventureros, no los cómodos
turistas que se conforman con seguir su agenda de viajes, engordando su
vanidad.
Soy peregrino por el mundo porque solo llevo
el equipaje necesario, el corazón dispuesto, porque sé que encontrare mil obstáculos
que querrán desviarme de mi sendero, pero no podrán hacerlo, podre tomar
atajos, pero siempre volveré al camino.
En la vida pasamos
de peregrinaje, pero de tanto hacerlo ya se ha perdido el norte, nos olvidamos
que debemos seguir, nos detuvimos, y nos engordamos de egoísmos, de cosas
materiales, de problemas y situaciones que nos anclaron a un sitio, y dejamos
de ser peregrinos para convertirnos, en ciudadanos cualquieras, uno más del
monto.
Me revelo contra
ello, no quiero ni deseo nada, dejo abandonando las cosas que me atan y no me dejan avanzar, el camino aun es
largo, y con más fuerza y optimismo, reanudo este viaje y me lanzo al mundo, a
la espera de lo que venga, y si me ven raro no importa, sigo de largo, al fin
de cuentas yo sigo caminando y quien me extraño está detenido, preocupado en
loso demás más que en sí mismo.
Por ello desde mi
rincón en cualquier parte del camino, aspiro seguir divirtiéndome y disfrutando
del camino de este peregrinaje por la
vida que me ha tocado seguir.
Por una cultura de
vida
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