miércoles, 11 de septiembre de 2013

PEREGRINO POR EL MUNDO

Peregrino por el mundo
Por estas fechas de agosto y septiembre por mi tierra se escucha mucho de los peregrinos, y de la peregrinación; y por ello decide declararme un peregrino por el mundo, por la vida. Pero para poder entenderlo primero reflexiones un instante en esto.

Un peregrino es un viajero, que movido por una necesidad muy grande está de paso por  otros lares, lejos de su terruño, el peregrino sabe que no es un peregrinaje no es un viaje fácil, que hay que prepararlo y prepararse para poder llevarlo a cabo, es un viaje muy distinto a otros que se realizan por paseo, por distracción o por mera costumbre.

Acaso nosotros también no estamos solo de paso por esta vida, por este mundo, hoy anochecemos aquí, mañana quien sabe, la vida y el destino no tienen certezas, ante ello como no preparar este viaje llamado vida, como  alistarnos nosotros mismos.


En primer lugar analicemos, es solo un viaje más o es una peregrinación nuestra vida, nadie la tiene segura, nadie por más que haga lo que haga, puede evitar el destino final, y más incertidumbre de no saber cuándo, pero quizá eso lo haga más interesante, y nos ayude a ver si hasta ahora hemos sido peregrinos de la vida o turistas de ella.

Un turista va a un sitio con el fin solo de distraerse, de pasarla bonito, sin importar el precio, es alguien que tiene seguridad y una agenda trazada; en cambio el peregrino se lanza a ciegas, dispuesto y preparado a lo que sea, a lo que venga, sin seguridades ni horarios pre establecidos, y sobre todo el peregrino es movido no por placer o diversión sino por una fuerza interior que lo mueve, llamémosle fe, llamémosle impulso, no lo sé, solo sé que es algo más grande que nosotros mismos.

Hasta ahora por la historia sabemos que quienes descubrieron ciudades perdidas, encontraron tesoros y fortunas, fueron los peregrinos, los aventureros, no los cómodos turistas que se conforman con seguir su agenda de viajes, engordando su vanidad.

Soy peregrino por el mundo porque solo llevo el equipaje necesario, el corazón dispuesto, porque sé que encontrare mil obstáculos que querrán desviarme de mi sendero, pero no podrán hacerlo, podre tomar atajos, pero siempre volveré al camino.

En la vida pasamos de peregrinaje, pero de tanto hacerlo ya se ha perdido el norte, nos olvidamos que debemos seguir, nos detuvimos, y nos engordamos de egoísmos, de cosas materiales, de problemas y situaciones que nos anclaron a un sitio, y dejamos de ser peregrinos para convertirnos, en ciudadanos cualquieras, uno más del monto.

Me revelo contra ello, no quiero ni deseo nada, dejo abandonando las cosas que me atan  y no me dejan avanzar, el camino aun es largo, y con más fuerza y optimismo, reanudo este viaje y me lanzo al mundo, a la espera de lo que venga, y si me ven raro no importa, sigo de largo, al fin de cuentas yo sigo caminando y quien me extraño está detenido, preocupado en loso demás más que en sí mismo.
Por ello desde mi rincón en cualquier parte del camino, aspiro seguir divirtiéndome y disfrutando del camino de este  peregrinaje por la vida que me ha tocado seguir.


Por una cultura de vida

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