Poco a poco va cayendo la tarde, el viento distante anuncia tormenta; casi como un augurio de la tempestad que ahora mi alma empieza…no se si es otro triunfo, u otro fracaso, de la mano tristeza y alegría.
Los recuerdos, las ilusiones, se presentan ante mis ojos, que aunque lloran no pueden calmar una sed de compañía que me agobia y que anhela mi corazón, como un pretexto para disimular escribo estas líneas tratando de aliviar la soledad que me causo su ausencia.