miércoles, 7 de noviembre de 2012

LA ALEGRÍA DEL SILENCIO


La alegría del silencio

Cuando no tengas nada mejor que decir te recomiendo el silencio, disfruta de ese sin sonido, cierra tus oídos y abre tu mente, hace unos días se realizó un festival de mimos, que tenía como nombre  La alegría del silencio,  un evento en el cual sus protagonistas, sin usar palabras lograron trasmitir un sinfín de emociones y sentimientos; lo que me lleva a la reflexión de como muchas veces las palabras, son instrumentos de mentiras y engaños, en el evento artístico de mimos, todo era natural, creíble. Cuando en nuestra vida debemos callar.

No hables a no ser que vayas a decir algo mejor que el silencio, dice un conocido refrán, y es que el silencio nos obliga a buscar la verdad, nos motiva a buscar nuevas formas de expresión, nos permite encontrarnos y conocernos mejor a nosotros mismos.

Disfrutemos del silencio, los pocos espacios de nuestro tiempo, en nuestras ciudades tan agitadas y con tantos ruidos quizá resulte difícil, pero intentemos cada día por cinco minutos, luego por diez, hasta llegar a una hora en la que nos quedemos en silencio, en la que nosotros mismos nos veamos, con nuestras debilidades y fortalezas, hagamos de esta práctica algo común.

Las culturas orientales dan mucho valor a esta práctica de no hablar, de hacerlo cuando sea estrictamente necesaria, hay en nuestra cultura occidental personas que voluntariamente hacen voto de silencio, en muchos libros espirituales se nos dice que quien quiera encontrase con Dios es a través del silencio, y por eso una de las mejores oraciones no son las que se pregonan  a gritos, sino las que se dicen quedito.

Alguna vez nos hemos puesto a pensar que mediante la palabra podemos engañar a los demás, cuando y como lo  hacemos cada uno tiene la respuesta, es de sabios callar y de necios discutir, de nosotros depende si valoramos y sabemos utilizar correctamente el silencio.

Sin embargo hay un aspecto muy especial con respecto a esto, y es que para muchos callar la boca es fácil, lo difícil es callar hacer un silencio mental, espiritual, cuantos, no viven atormentados por voces del pasado, por voces de remordimiento, de culpa, de sadismo, de maldad, de miedo; como callar esas voces sencillo y complicado a la vez, teniendo una buena conciencia, haciendo lo correcto, lo justo. Siendo mejores personas,  de este modo  nuestra conciencia no tendrá nada que recriminarnos, y a su vez esa voz de nuestra conciencia callara las otras voces que nos atormentan.

Que hermoso es ver como una madre se comunica con su hijo recién nacido, sin palabras, como muchos jóvenes enamorados, no necesitan estarse diciendo cuanto se aman, qué bello es ver a alguien integro, humilde que no necesita andar pregonando al mundo sus triunfos o lo que sabe. El amor, la sencillez y todas las grandes virtudes se manifiestan y gritan a través del silencio…


Por una cultura de vida

No hay comentarios:

Publicar un comentario