El valor de una
persona o de una agrupación no se puede medir por la cantidad de cosa que
hacen, más bien es la calidad lo que debe primar, es preferible realizar pocas cosas
muy buenas con gran calidad, a realizar un montón de cosas mal hechas o hechas
a medias.
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Calidad no cantidad-Diego Robles |
En un taller sobre producción artística aprendí algo muy bueno que me llevo a reflexionar sobre esto de la cantidad o la calidad; en dicha capacitación se hablaba de las diferencias entre ser artesano del arte o ser artista del arte, pues el primero es aquel que aprende algo, una técnica y la repite una y otra vez, llegando a producir muchas obras en serie, pero siempre con las mismas características.
En cambio el artista, esa técnica que aprendió, empieza a experimentarla, a cambiarla a fundirla con otra, hasta crear una técnica propia, para ello sus trabajos son pocos pero de gran riqueza, porque son producto de la experimentación y creación.
En este sistema
capitalista obviamente nos han metido la idea que entre más produzcamos mejores
seremos y nos han llevado a sentirnos maquinas que producen sobre todo dinero,
nos hacen que nos olvidemos que los seres humanos, no somos maquinas, que
también tenemos sentimientos, creatividad, en este sistema la creatividad solo está
en ciertas manos que el propio sistema determina, por eso es muy riesgoso que
la cultura y las artes las maneje el estado, porque puede suceder que si algo
al estado o algún funcionario no le gusta, lo desecha y puede llegar a decir
que es cultura y que no lo es.
El querer centrar
la imaginación, la creatividad bajo un
solo esquema impuesto va a la larga provocar eso que se produzca más y más
obras, en detrimento de calidad de las mismas.
Por ejemplo en el teatro que es muy amplio,
una vida entera no es suficiente solo para probar las técnicas y formas ya
existentes, necesitaríamos otras dos vidas extras para crear cosas nuevas, si
bien el teatro no evoluciona como otras ciencias, si es posible experimentar y
crear nuevas tendencias experimentales en su práctica.
Antes se cometía el error de pensar que solo
la técnica que uno utiliza esta bien y las otras usadas por otros grupos no
sirven, eso nos cierra al conocimiento a la experimentación, y habla de experimentación
ya que el teatro las puestas en escena son eso experimentos, por algo se llaman
ensayos los repasos teatrales, porque el director coge un grupo de gente y
empieza con ellos a probar y poner en práctica una técnica, y de pronto se
encuentra que en cierta parte de la obra esa técnica no le sirve, entonces el
director con experiencia funde otra técnica.
Es por ello que la puesta en escena de una
obra para presentarla al público es un proceso largo y cansado que pocos están
dispuestos a seguir, al menos en el teatro aficionado, de allí porque uno solo
presenta una máximo dos obras por año. La cuestión es que esa obra tenga la
calidad necesaria para que llegue al público para que cumpla todas las
funciones que el teatro como espectáculo y medio de comunicación debe
trasmitir.
No me cansare de
repetir el teatro no solo está para hacer reír al público, esta para cosa más
grandes y sublimes. Cuando uno empieza este arte, se lo hace con mucha euforia
y energía y uno se siente capaz de hacer una obra cada mes, y de participar en
cuantos festivales y presentaciones se invite al grupo, la cuestión es que
después uno nota y aprende la responsabilidad que implica ello y que lo más
importante es la CALIDAD y no la cantidad.
Por una cultura de vida
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