miércoles, 5 de marzo de 2014

ENTRE VENCEDORES Y VENCIDOS

Ahora que ya pasaron los comicios de elección de autoridades seccionales,  cuando se hubiera creído que vuelve la paz y la tranquilidad, después de un mes y medio de dime y diretes entre candidatos, después de promesas y críticas, quedan vencedores y vencidos, quienes no se niegan al parecer  aceptar los resultados, y no hablo de impugnaciones ni nada por el estilo.

Entre vencedores y vencidos


Las redes sociales ahora son parte fundamental de la vida de los seres humanos, y estas sirven ahora para continuar con los enfrentamientos entre quienes ganaron y quienes perdieron las elecciones. Se dicen de todo.

Pero analicemos quienes son los ganadores, aquellos que obtuvieron un mayor porcentaje de votos, 40%, en unos casos más o menos, y con ello son ganadores pero que pasa con el otro 60% que no votaron por ellos, la cuestión es que muy pronto se convertirán en los alcaldes o prefectos de toda la población, tienen que dejar a un lado su posición política pues ya no son el alcalde e tal o cuál movimiento político, sino de un cantón, decirlo es fácil hacerlo ya más difícil, porque como siempre cuando asuman el poder llevaran consigo a su grupito, y allí es donde tienen que tomar precauciones de no poner en cargos o funciones delicadas, a incompetentes, solo por el compadrazgo electoral y peor familiar.

Los vencidos en cambio por todos lados escucho, están pendientes por mirar fijarse y hacerle la vida amarga al candidato ganador que próximamente asumirá su mandato, calma amigos vencidos, denle la oportunidad de servir, de demostrar que es capaz, déjenlo intentar por lo menos, ni aun se posiciona y ya están armando las estrategias de oposición, muchas veces sorda y ciega.

Por eso prefiero los conflictos del teatro, allí nada pierde, nadie gana, solo gana el espectáculo, es decir el público, porque cada actor hace lo que debe hacer pensando en ello.

Hoy me tocara odiar a otro personaje o que él me odie, pero al final cuando las luces se apaguen y el telón baje, volveremos a ser amigos. Ojalá la vida fuera así olvidáramos los odios y el rencor, si olvidáramos los triunfos y las derrotas, y pensáramos en el bien común, seria más bella la vida, para cuando nos llegue el viaje final podrá ir en paz y con la conciencia tranquila.

Al final gane quien gane, a la mayoría del pueblo le toca seguir luchando y adaptándose a la forma de gobernar de las autoridades, además que estas solo son humanos como nosotros y el progreso de los pueblos se lo construye día a día, arrimando el hombro todo, cumpliendo con nuestra partecita del trabajo,

Criticar y fregar la vida a los otros no va, sentirme un dios o con el poder para humillar a los vencidos tampoco sirve.

Esperemos que las nuevas autoridades continúen los buenos proyectos y las buenas obras de sus antecesores, algo, alguito bueno por lo menos han de dejar como herencia no solo males. Ya creo paso el tiempo de lamentaciones, ya no queremos escuchar como los nuevos alcaldes o prefectos se pasan un año quejándose de lo mal que ha sido su saliente, como si con ello se solucionaran, las cosas, es hora de hacer crecer nuestras ciudades, nuestros pueblos.

Estaremos eso si vigilantes que se cumpla lo que ofrecen, no sea cosa en próximas elecciones el pueblo les dé una sorpresa en la urnas como a muchos ahora.

 Por una cultura de vida.

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