miércoles, 11 de junio de 2014

USTED ELIGE QUIEN SER

Quizá muchos ignoran que el trabajo de hacer teatro se lo hace en equipo, el montaje de una obra requiere la participación de mucha gente aunque solo veamos a uno o dos actores en escena, tras el telón hay todo un grupo humano trabajando para que esa función se lleve a cabo, por ello es importante que los actores aprendan a trabajar con todos, sin embargo no sé si las luces o la emoción de estar frente al público hace que se olviden de eso, y empiezan a nacer los divos, las estrellas, que quieren o creen que el mundo gira alrededor de ellos, y que todos deben cumplir sus caprichos y esperan y exigen que todos los demás se subyuguen a su voluntad y antojo.

Ud elige quien ser



Sin embargo y usted lo abra notado que en toda profesión y en toda labor sucede lo mismo, individuos que se creen imprescindibles, que se creen superiores  sobre los demás, y sobre todo cuando alcanzan un poco de poder la cuestión se vuelve insoportable para quienes están a su alrededor.





Para saber si alguien es un tirano solo se basta darle un poco de poder y ya se verá la trasformación, que grave sería esto si le pasara alguna de las autoridades del poder político, judicial o policial, viviríamos en una anarquía, quizás indiferentes, creyendo que la cosa debe y tiene que ser así, bajar la cabeza para que el actor principal reciba los aplausos.


El remedio  en teatro para tal tipo de personas es bajarlos de su nube, dejándolo solo a ver si solo puede hacer su trabajo, quizá lo haga pero ya no será lo mismo, sin embargo tanto en las tablas  como en la vida hay lame botas o adulones que siguen supuestamente incondicionalmente a su líder pero solo es para sacar su propia tajada.

Definitivamente esto no le hará bien a nadie, pero en nosotros está el cambio, las verdaderas revoluciones no son aquellas que se pregonan todos los días, sino aquellas que se van construyendo de a poco en silencio con cambios pequeños pero trascendentales.

A la vida o a la política se la puede confundir con un teatro, con supuestos actores interpretando personajes para entretener a una maza adormecida que solo busca distracción y no reacciona ante sus problemas.

Quizá se use el teatro para fomentar y cultivar el propio ego, para sentirse importante, para creerse la estrella el súper actor, el súper director lo que lleva a que en un mundo competitivo como el artístico, eso suceda a menudo, es muy fácil llenarse la boca diciendo y pregonando los propios logros, lo magnifico que somos, lo grandes y trascendentes que somos, y claro allí nos olvidamos de los demás, del trabajo en equipo, de aquellos que estuvieron antes que nosotros y que lucharon y pelearon, para que hoy tengamos un espacio donde poder hacer este arte.

Es muy fácil menospreciar el trabajo de los demás, eso no cuenta, lo importante es que todo sepan que yo soy el mejor, así se piensa, lástima porque el arte por ser arte es libre  es creativo es grandioso y hasta los intentos cuentan cuando se los hacen con honestidad.

Pero como digo, la revolución el cambio está en nosotros mismos, en saber elegir y asumir con responsabilidad nuestro rol en la sociedad, desempeñar a la cabalidad el personaje de este drama llamado vida en sociedad, usted elige ser, tirano, lame botas adulón, publico adormitado, estrella, o bien ser parte de un equipo en el cual con todos ponen a funcionar esta maquinaria del progreso.

 Por una cultura de vida.
diferosil@yahoo.es

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