La mayoría de personas actuamos o
nos comportamos por conveniencia, por meros intereses, sin embargo esta forma
de actuar muchas veces contradice lo que realmente pensamos o sentimos, se
podría decir que somos actores representando un personaje que no nos
corresponde o no nos queda.
Por otro lado somos muy fáciles
para juzgar y criticar a los demás, sin vernos a nosotros mismos, es muy fácil pedir
y mostrarnos muy preocupados por la paz mundial, sin embargo no somos capaces
ni de dar o estar paz, ni con nosotros mismos, ni con el vecino, ni con el cónyuge,
ni con los hijos, ni con el vecino, ni con el hermano, pedimos paz, ¿pero
nosotros sembramos paz?, si somos capaces de insultar, golpear y hasta matar
por un equipo de fútbol; peleamos con todos los que no piensan como nosotros,
con aquellos que no creen lo mismo que nosotros.